Pieza clave en el desarrollo y evolución del actual diseño valenciano
El pasado sábado 16 de enero nos dejaba a los 73 años de edad una de las figuras más destacadas del diseño español y pieza clave en el desarrollo y evolución del actual diseño valenciano, por supuesto estamos hablando del gran José Juan Belda. Ya sea creando desde Cap i Mans, La Nave o más tarde desde Ni; o asumiendo tareas y responsabilidades de orden social, como miembro fundador de las asociaciones como Nou Disseny Valencià o desde la ADCV Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana, el valor de sus contribuciones solo es comparable con el enorme vacío que deja una figura irrepetible.
Aunque las piezas y proyectos más populares de Belda pertenecen al ámbito del interiorismo, como las tiendas La Luna o Agua de Limón; o del mobiliario, donde llegó a firmar obras de época, como la mesa aparador Pirueta o la cómoda Madame Pompidur; su carácter inconformista y espíritu pionero lo llevó a explorar, probar y triunfar en campos como la iluminación, el diseño de juguetes o el diseño textil.
«En la obra de Belda se reconocen tanto elementos de continuidad como de evolución. Su trabajo paralelo en los campos del diseño y el interiorismo ha permitido el cruce de influencias: a veces sus muebles han desempeñado el papel de moduladores de espacio y sus interiores han asimilado tendencias del diseño de mueble. Obra profusamente ilustrada en color, compleja por sus diferentes facetas, inspiraciones y evolución conceptual que revela un creativo abierto a múltiples influencias», escribía Javier Gimeno Martínez en su libro José Juan Belda: Objectes i espais, una obra imprescindible para entender al genio prolífico y versátil creativo valenciano.
De todos sus logros, los que llegaron a conocerlo, aseguran que su humanidad, su ascendencia e influencia positiva, fue es y será su gran legado. Adiós a uno de los grandes del diseño español.