El más bello puente a una mayor toma de consciencia
Clare Celeste Börsch, es una artista y ambientalista norteamericana, radicada en Berlín, que corta, cala, ensambla, combina, compone y pega en pos del planeta.
Su especialidad es el collage en papel con el que crea instalaciones inmersivas inspiradas en los ecosistemas amenazados de la tierra. Es por eso que este año, decidió festejar su cumpleaños el próximo sábado 27 en Berlín con una de ellas. Partiendo de miles de imágenes cortadas a mano de flora y fauna, apela a través de la belleza, a la creación de una nueva conciencia.
Clare nació en Bangkok, Tailandia, y ha vivido por todo el mundo. Desde Brasil, Estados Unidos, Italia, Honduras, Argentina y ahora en Berlín, con lo que fue asimilando diferentes culturas y entornos. Antes de convertirse en artista a tiempo completo, trabajó durante diez años en el ámbito de la política pública y obtuvo un diploma de postgrado en la UCLA.
“Creo obras de arte que evocan la rápida desaparición de la biodiversidad de nuestro planeta. Con miles de imágenes mis instalaciones se apoderan de los espacios y los transforman en ecosistemas repletos. Intento que atrapen al espectador y le recuerdan que todos formamos parte, estamos enredados e inextricablemente conectados a la gran red de la vida”, nos cuenta de primera mano.
Además utiliza el amplio alcance de sus redes para amplificar las voces de los líderes del clima.“Inspirada por las palabras de la líder indígena Sherri Mitchell, veo mis instalaciones como portales hacia una forma de vida nueva y más armónica. Las instalaciones se convierten en recipientes para las palabras que se intercambian y las conexiones que se establecen dentro de ellas. El trabajo de mi vida es alimentar y hacer crecer estos espacios de conexión con nuestra tierra viva”, detalla.
Así uno de sus proyectos recientes fue “El Jardín” , una instalación y una serie de eventos inspirados en la inmensa responsabilidad que tenemos con las generaciones futuras, a medida que nos adentramos en la sexta extinción masiva. La forma se inspira en el ensayo de Emily N. Johnston «Loving a Vanishing World» y simboliza el paso a una nueva era: «Cuando pensamos en la aceleración de la extinción, es como si miráramos el aterrador estrechamiento de un reloj de arena, por el que sólo se deslizan unos pocos. Por eso, a veces me imagino, en cambio, en el extremo de algo más parecido a un canal de parto ecológico. ¿Cuántas bellezas de la Tierra podemos ayudar a sobrevivir al paso a la siguiente era? ¿No es cada una de ellas un regalo que podemos salvaguardar para el mundo con nuestras acciones?»
¿Sobre la técnica? “Siempre hice collage, desde que era chiquita. De hecho tengo un cuaderno de bocetos y un álbum de recortes en el que trabajé de los 13 a los 18. Me encantan las asociaciones que podés hacer, construir metáforas y conexiones con imágenes. La narración de historias. La naturaleza surrealista de las mismas que estaba realmente influenciada por Joseph Cornell. Pero más tarde, se convirtió en la capacidad de crear visiones realmente mágicas, casi utópicas, de la biodiversidad y la naturaleza”, nos cuenta.
¿Sobre el inició de su preocupación por el planeta? “Cómo utilizó imágenes naturalistas de 1.900 y anteriores, muchas especies de mis obras ya han desaparecido o están desapareciendo. Esto añade una capa de urgencia ecológica a mi trabajo. Para abordar este aspecto de mi práctica, mantengo una colaboración continua y un diálogo creativo con la científica de la biodiversidad Louisa Durkin, del Instituto de la Biodiversidad. Me di cuenta de que mi trabajo puede suscitar el diálogo cuando estaba haciendo una instalación pública en Múnich y la gente cruzaba la barrera para venir a hablar conmigo y preguntarme si podían ayudar. Fue una gran oportunidad para hablar de mi amor por el planeta y la crisis de la biodiversidad.
¿La cita? El sábado 27 de enero de 17 a 20 horas en Yorkstraße 70, Berlín.
