La joven diseñadora Laura Muth, presente en el área de Talentos de Ambiente con proyectos que, gestados en la Universidad Hawk de Hildesheim, ven la luz en una de las más importantes ferias a nivel mundial
En el calendario de diseño internacional, enero es también el tiempo de Ambiente, una de las ferias (sino “la”) de bienes de consumo más grande del mundo celebrada en el recinto ferial de Frankfurt de 352.950 m2 de superficie de exhibición y 140.000 visitantes profesionales de más de 150 países.
Con tremenda oferta, indispensable hacer foco. Y el nuestro pasa por lo que viene, que siempre se encuentra en el talento joven. Las nuevas generaciones de estudiantes o diseñadores recién recibidos que son los que generalmente empujan los cambios. Tal es el caso de Laura Muth, diseñadora de producto, invitada gracias a sus proyectos como estudiantes de grado y actualmente de Master en la reconocida universidad Hawk de Hildesheim en Alemania.
Así empezamos con su proyecto de grado ‘Zapato con fecha de caducidad’. “Aquí la pregunta principal para mí fue: ‘¿Por qué fabricamos productos para la eternidad, que sólo se utilizan por un corto tiempo/una temporada?’”, detalla. “El zapato común está fabricado con materiales que nunca son degradables. Sus componentes son alternos, por lo que no pueden reciclarse. Mi idea, que fue por otra parte mi trabajo final de mi carrera, es un conjunto de zapatillas modulares basado en el principio de bloques de construcción. Elaborado con materiales regionales y compostables como dientes de león, caucho y cáñamo que se pueden intercambiar y combinar libremente. Así este zapato modular es un símbolo de la cultura de la sostenibilidad y al mismo tiempo una respuesta adecuada a la «moda rápida». El proyecto aún se encuentra en sus primeras etapas, pero dejará una gran huella”, señala ella que aunque joven ya tiene probada expertis en el campo de los biomateriales (actualmente dicta talleres sobre el tema y trabaja en el archivo de materiales de la universidad).
Mientras que su segunda propuesta, el sillón con forma de mano Baho, también fue gestado en el marco de un proyecto de diseño de producto “Con un poco de ayuda de AI Friend” dirigido por el Profesor Matthias Ries . “Utilizando varias herramientas de inteligencia artificial, como ChatGPT y generadores de texto a imagen, exploramos experimentalmente las posibilidades de nuevas herramientas de diseño de productos. En el diálogo entre el hombre y la máquina, desarrollé un mundo paralelo comparable a nuestro tiempo y nuestro entorno. ¿Mi propuesta? Una respuesta a esta sociedad que deja poco espacio para el desarrollo individual y las necesidades emocionales”.
Por último y esta vez como parte de un seminario dirigido por Hartwig Gerbracht, Melanie Isverding y Fabio Vogel, docente y profesores respectivamente de la misma universidad, en cooperación con el fabricante de vidrio Harzkristall de Derenburg, Alemania, mostró Malenge. Una pequeña serie de 12 objetos donde aborda el estudio de las formas y el material a través de las estructuras de las calabazas. “Casi ninguna otra verdura está tan cargada de estereotipos y tan inextricablemente ligada a una estación como la calabaza con el otoño. Sin embargo, hay mucho más potencial, variedad de colores y formas en esta verdura. Malenge no es sólo el nombre swahili de la calabaza, también recuerda la palabra francesa Melange, que significa mezcla. Al trasladar la forma y estructura de la calabaza a materiales más duraderos, se conserva el momento. La etapa del fruto de una planta con semillas es una instantánea del clímax del ciclo de vida y, al mismo tiempo, un símbolo de fugacidad”, señala.
¿Sensaciones de esta experiencia? “Cuando recibí la invitación me sentí absolutamente honrada. Para mí es la primera feria de esta envergadura, por eso traté de hacer un recorrido sobre tres de mis conceptos más recientes de diferentes áreas, que muestran la naturaleza multifacética de mi formación y trabajo. Las conversaciones y los intercambios que surgieron durante estos días en Frankfurt fueron exactamente lo que esperaba” remata más que entusiasmada.