Una exposición que revela el legado del gran arquitecto Clorindo Testa y su fotógrafa estrella
La reconocida fotógrafa especializada en arquitectura Daniela Mac Adden revela sus 30 años junto a uno de nombres más fuertes de la arquitectura mundial: Clorindo Testa. Y es, justamente su esposo, arquitecto también y socio de Testa, además de profesor universitario, Oski Lorenti, quien lo materializa, como curador de esta exposición que se inaugura este jueves 11 de julio en el Centro Cultural Recoleta de la ciudad de Buenos Aires.
Corría agosto de 1994, y fue precisamente un 11 de agosto (cuando casualmente finaliza la muestra pero 30 años después) que el propio Clorindo de puño y letra autorizaba a Mac Adden a ser ese ojo virtuoso que capturase su imponente obra.
Los que la conocemos, damos fe que puede pasar horas frente a la lente, paciente, alerta, esperando ese momento donde se alineen los planetas, que en su caso es que la luz sea la adecuada para que ella produzca la magia. Esa alquimia para sacarle brillo, un aura especial, a lo que algunos ven solo muros. Es que Mac Adden es una de las lentes más reconocidas por darle vida a esos cuerpos monumentales e interiores de la arquitectura moderna.
Así, la muestra se centra en la estrecha colaboración entre ambos y las fotografías de las obras artísticas y arquitectónicas de Testa. Además suman otros elementos como citas de la propia autora sobre sus ideas sobre la fotografía, una selección de diapositivas y negativos de diversos formatos, fotografías en blanco y negro, una serie de imágenes de objetos de Clorindo , su retrato, así como un texto curatorial por Lorenti, mano derecha del arquitecto hasta sus últimos días.
“A lo largo de la historia del pensamiento, ha habido muchos intentos de reconocer una ‘la imagen del mundo’. El mundo se representa a través y por medio de imágenes. Imágenes que nos llevan y traen, nos mueven y nos ‘hacen ser’. La fotografía, precisamente, brinda una herramienta única que nos ayuda a percibir ese tiempo vivido”, comienza Lorenti. Quien continúa: “Existen tres momentos que una imagen representa, y no necesariamente son cronológicos. Existe el momento ahora, signado por una experiencia de lo que tengo delante; existe una memoria que se dispara, que recuerda; y otra que es imaginación, que puede ser, pero aún no ha sido.Los alemanes utilizan tres palabras “conformadas” con prefijos delante de ‘Bild’ (imagen) que nos pueden ayudar a entender la construcción de una imagen: ‘Abbild’, ‘Vorbild’ y ‘Nachbild’. ‘Ab-‘ (a partir de, desde…), ‘Vor-‘ (frente, delante de…) y ‘Nach-‘ (después de, una vez que…). Podríamos decir que cuando tenemos una fotografía frente a nosotros, el tiempo se detiene, o por mejor decir, el tiempo se des-construye”, remata.
Así, la muestra, como aclara su curador, nos invita a re-construir las imágenes de Testa a través de los ojos de Mac Adden. Por mi parte, agregaría que revela esa complicidad, amor y veneración de familia. De tiempos en que los vínculos y el respeto por el otro se cultiva y acrecienta.