El estilista del Amazonas Mauricio Duarte descolló en la San Pablo Fashion Week con su reinterpretación del uso de fibras arumã y tucum, herencia de su familia perteneciente al pueblo Kaixana.
Todos coincidimos en que hay pocas cosas tan necesarias en el ámbito del diseño como abrevar de los propios orígenes en pos de propuestas con identidad. Sobre todo en el vertiginoso mundo de la moda donde las tendencias hacen estragos en detrimento de la originalidad. Hacerlo con las dosis justa de inspiración pero no de literalidad, por otra parte, es un desafío difícil de abordar.
La pasada 55 Edición de la San Pablo Fashion Week, tuvo un ejemplo de esos que uno luego no se cansa de citar. Emocionó desde el comienzo por la puesta, la propuesta –la bellísima colección apodada Tramas– y un reclamo.
Con una carrera que viene creciendo a paso firme, el brasilero Mauricio Duarte desplegó todo el virtuosismo material e inmaterial de su origen indígena. Nacido en Manaus y perteneciente a la etnia Kaixana, desde chico estuvo embebido de las tradiciones de su cultura. Su mamá tallaba piezas en madera para venderlas luego en las ferias de artesanía y su tía y abuela cosían. La comunidad a la que pertenece, como muchos de los pueblos originarios latinoamericanos, trabajan con excelencias las fibras, en su caso de arumã y tucum, en piezas de cestería. Técnica y materialidad que Duarte empleó para confeccionar distintos tipos de falas, corsets, fajas, cinturones y sombreros y tocados que combinó con una sastrería en negro, blanco, amarillo y rojo, inspirada en el apogeo del ciclo del caucho en la Amazonia, de 1890 a 1920, conocido como Belle Epoque. Todos, por otra parte, inspirados y confeccionados a mano por los artesanos de la Amazonia. Los mismos a los que invitó a manifestarse con pancartas y sus trajes tradicionales en contra del proyecto de ley llamado “Marco Temporal”, que prevé cambios en la ley que reconoce la demarcación de tierras y el acceso a los pueblos aislados.
Cuenta la historia que fue tras ganar un concurso de vidrieras del Instituto Senai, referente cultural en Brasil, cuando recibió una beca para estudiar en el Colegio Santa Marcelina de San Pablo. Ahí justamente, abrió con mucho esfuerzo su atelier en el 2019 en el barrio de Pinheiros, y, desde entonces, crea sus prendas junto a 16 étnias.
El objetivo de presentar su nueva colección en el mayor evento de moda de su país, tenía para él la misión de llamar la atención sobre la riqueza del conocimiento indígena, más allá de los estereotipos. “Hablar de ‘Trama’ es hablar de lo que construimos, como una red tejida por el colectivo que somos. Aunque seamos pueblos diferentes, llevamos las mismas costumbres y compartimos características históricas similares. Luchamos por el reconocimiento y la visibilidad, buscando que la gente conozca nuestras tradiciones y culturas más allá de los medios de comunicación», remata.