Más de cien años de tradición celebrando el legendario arte de las lámparas de papel, renovado de la mano del diseñador taiwanés Pei-Ching Hsiao
Se acerca otra cita importante del calendario europeo de diseño, Maison & Object, y etiquetas de todo el mundo se hacen presente del 18 al 22 de enero en la capital francesa para mostrar sus últimas creaciones.
Tal es el caso del diseñador taiwanés radicado en Amsterdam, Pei-Ching Hsiao, quien con su marca de neo-artesanía fundada en el 2013, moderniza lo mejor de la más importante tradición material de su país (de hecho están producidas en la última fábrica de linternas que queda en Taiwán) con una mirada contemporánea.
“En 2013, pusimos en marcha Taiwan-Lantern para compartir las tradiciones y la artesanía centenaria de mi país. Para nosotros, una linterna es el símbolo perfecto de nuestro maravilloso patrimonio. Trabajamos con los mejores artesanos locales. Juntos nos embarcamos en un aventurado viaje para modernizar el diseño, optimizar la calidad y volver a los materiales naturales. Junto con la fábrica de faroles, cinco o seis artesanos de distintos oficios trabajan en cada farol. Desde la cerámica al teñido de telas con plantas, pasando por la pintura, el anudado tradicional, el trabajo de la madera, la artesanía del bambú, la soldadura de metales y la artesanía del cuero”, nos adelanta en primera persona Hsiao.
“199 pasos”…lo que leyeron, Pei-Ching nos cuenta que para la creación de un sólo farol se requiere más de 190 procesos diferentes y de cinco a seis semanas. Desde cosechar el bambú para crear los radios del armazón del farol hasta teñir las telas a mano.
“Las linternas tienen un pasado histórico que se remonta a siglos atrás. Originalmente se diseñaron como fuente de luz funcional. En años posteriores, adquirieron un significado simbólico en muchas actividades religiosas y festivas. Todavía pueden verse en la vida cotidiana de nuestra hermosa isla. En Taiwán, las linternas son un símbolo de esperanza, alegría y celebración”, continúa.
Materiales naturales de la región completan la apuesta. “Utilizamos tintes vegetales elaborados índigo cultivado localmente, una tradición centenaria de Taiwán. La artista que fabrica las telas de nuestro farol cultiva y cosecha sus propias plantas frescas de Indigofera Tinctoria en el centro de la ciudad. Mientras que de nuestros bosques, tradicionalmente usado por nuestros aborígenes empleamos el ñame Shoulang otro tinte narural que crea bellos tonos de marrón”, detalla. Además los marcos de las linternas están hechos de madera de nogal y bambú Makino cultivado en la zona.
¿Novedades 2024? Tres colecciones. La Heritage Unicolors, un homenaje a las linternas creadas durante la Dinastía Han de tonos neutros y acabado satinado.
Y las Plant Dyed Unicolors y Patterns, teñidas con plantas en marrón o índigo y técnica Shibori.