Diez proyectos instalativos, cuatro artistas gráficos,… comisariada por Mario Suárez González
Tejer redes… pocas cosas más importantes para la vida y la obra. En este caso en formato de exposición comisariada por Mario Suárez González en el contexto de Fiesta Design del Madrid Design Festival con la obra de diseñadores y artistas destacados como Idoia Cuesta y su magia en fibras vegetales, la bellísima instalación cerámica de Diana Bonet, los divertidos azulejos de Bussoga y el arte textil de Adriana Meunié, entre muchos otros.
«Diez proyectos instalativos y cuatro artistas gráficos (a los citados se suman Sara Regal, Pròsper Riba, Roger Coll, César Rivas, Lebrel Furniture, Patricia Bolinches, Gorka Olmo, Mercedes Bellido, Daniel El Dibujo y Marina Fernández Ramos de Tejiendo la calle) para contar que en los núcleos rurales también se hacen cosas poderosas», explica quien además de periodista dirige dos galerías -Gunter Gallery y Pott Gallery- en España.
“En el año 2020, el premio Pritzker de arquitectura, Rem Koolhaas, lanzó el que fue su manifiesto más radical en una exposición en el museo Guggenheim de Nueva York, Countryside, the future. En este proyecto trataba de demostrar las oportunidades que ‘el otro 98% del mundo puede ofrecer, más allá de las ciudades. Investigó durante cinco años los territorios no urbanos del planeta y pidió volver a poner el campo en nuestra agenda’. Lo presentó llevando un tractor a la puerta del museo, en plena Quinta Avenida”, adelanta Suárez.
Así, continúa: “La vuelta a los núcleos alejados de las grandes ciudades ya no es una tendencia post-pandémica, sino una realidad compartida por muchos diseñadores y artistas. No se trata de un regreso al origen de los oficios, es una materia que involucra factores de sostenibilidad, economía, espacio y, por qué no, inspiración. Todos estos creadores de Tejiendo redes, han escogido alejarse de las urbes para abrir sus talleres, demostrando que desde los entornos poblacionales modestos también se puede mostrar su obra. Su trabajo camina por lo conceptual, el brutalismo, la abstracción, el pop, el tribalismo y, algunos, también por la artesanía, el grafismo o la ilustración. Este grupo de diseñadores hacen suyas las ideas de Richard Buckminster Fuller sobre sostenibilidad, pero no siguen a rajatabla aquello de “hacer más con menos”, porque distanciarse de los circuitos tradicionales no significa involución, también es progreso, futuro, contemporaneidad. Hoy hay fuegos artificiales en el pueblo”.
¿Sobre la elección de los participantes? “Son artistas y diseñadores que viven en entornos rurales o en ciudades pequeñas, todos ellos trabajan desde un ámbito local pero su obra tiene repercusión internacional. Además de su valor creativo y artístico y de la calidad de sus piezas, al vivir en núcleos alejados de las grandes urbes, sus carreras profesionales tienen mucho más mérito, pues la distancia sí es una traba para alcanzar resultados”, remata.