Arquitectura para desconectar
Ya sea para ampliar o crear un espacio en una vivienda existente o bien como estructura principal en un nuevo asentamiento, los volúmenes prefabricados han evolucionado a tal punto que hoy en día son una alternativa viable y real para solventar, no solo problemáticas de logística o tiempo de ejecución, sino también las necesidades y gustos de los usuarios más exigentes.
Los arquitectos eslovacos Michiel De Backer y Martin Mikovčák han encontrado en esta linea de negocio el medio ideal para expresarse. Su propuesta, bautizada Ark-Shelter, está dirigida a todos aquellos que estén buscando, según sus palabras, «escapar del estrés, las obligaciones de la civilización y conectar con la naturaleza».
Los tres modelos disponibles (Small, Médium y Large), están configurados a partir de un módulo base. Revestidos con madera de haya, herméticos, energéticamente autosuficientes y completamente equipados, los Ark-Shelter no necesitan obra alguna a la hora de su instalación, esta última prestación es con seguridad su punto más fuerte. «Somos un equipo de arquitectos que nos hemos unido para reinventar la forma en que las personas viven sus vidas. Creemos que en la naturaleza encontrarán el descanso que necesitan», comentan.
Por supuesto, las posibilidades de personalización, tanto de mobiliario como estructúrales, son casi ilimitadas: paredes y techos acristalados, tipo de revestimiento, configuración de espacios, marca de sanitarios, de electrodomésticos, etcétera. De esta forma, Ark-Shelter sigue la estela de grandes proyectos como los refugios de Vipp, Lumo, Big o Peter Pichler, todas propuestas notables que engrandecen este particular campo de la arquitectura y que desde Experimenta celebramos.
Estos refugios y pequeños espacios están cada vez mejor preparados, acondicionados, y con una capacidad aislante óptima para una estancia muy cómoda en ellas.