A caballo entre la escultura y el diseño urbano, Bus Stop es una parada de autobús ubicada en la ciudad estadounidense de Baltimore. Sus creadores, el colectivo español mmmm…, propone una intervención arquitectónica en la que tres letras gigantes conforman la palabra BUS. Esta metarreferencia no esconde una voluntad por definir un espacio lúdico: “en medio del ritmo acelerado de la ciudad, [Bus Stop] es un lugar divertido para la espera inevitable en una parada de autobús”.
Fabricada en madera y acero, cada una de las letras que conforma la parada mide algo más de 4 metros de altura por 2 metros de anchura. La propia anatomía de los caracteres provee de asiento y protección a las personas que esperan el autobus. Así, la curva de la ese dibuja un espacio donde pueden descansar hasta cuatro personas, y la cintura de la be funciona como refugio ante el sol o la lluvia.