Con vistas privilegiadas al mar Mediterráneo
Cada una de las habitaciones de Casa Girasol se detiene en un aspecto particular del horizonte de Cap de Creus, descomponiendo el paisaje mediterráneo en sus unidades esenciales. La vivienda, proyectada por el estudio Cadaval & Solà-Morales, hace del entorno natural una experiencia singular y estimulante, operando de una manera análoga a la pintura de Cézanne o Picasso.
Enclavada en un acantilado cercano a la localidad gerundense de Port de la Selva, Casa Girasol disfruta de unas vistas privilegiadas al mar Mediterráneo y su entorno costero. Esta ubicación, sin embargo, no está exenta de problemas: sus arquitectos, los catalanes Eduardo Cadaval y Clara Solà-Morales, tuvieron que resolver el problema de los fuertes vientos de tramontana, que pueden llegar a soplar a 180 kilometros por hora.
La estructura se configura a partir de dos volúmenes irregulares dispuestos uno encima del otro. Construida con materiales propios de la región —con excepción del cerramiento de cristal, que toma prestado técnicas de los grandes rascacielos para resistir la fuerza del viento—, la fachada se proyecta como una secuencia desordenada de cubos similar a la Sucursal Nakaaoki de Emmanuelle Moreaux.
Al igual que los girasoles, la casa está orientada para aprovechar al máximo la energía solar. La disposición de los ventanales permite iluminar las estancias interiores en aquellas épocas del año en las que el sol no incide sobre la vivienda. Del mismo modo, el patio trasero —al abrigo de los fuertes vientos de tramontana— ayuda a calentar las habitaciones, además de servir como espacio de descanso al aire libre.
El interior se articula en estancias irregulares que se ajustan a la piel de la vivienda. Cada una de estas habitaciones se configura como un entorno cerrado e independiente, pese a la práctica ausencia de muros interiores. Sus ventanales ofrecen vistas orientadas a un fragmento concreto del exterior, aislando y enmarcando el paisaje. Esta operación descompone el paisaje mediterráneo en sus unidades esenciales: las rocas del acantilado, el agua del mar, la naturaleza agreste del campo, el casco urbano de los municipios colindantes y el infinito cielo azul.
El primer nivel de la vivienda está dominado por un amplio espacio central que acoge el salón, la cocina y el comedor. Este es el único espacio desde el que se puede apreciar en su totalidad el paisaje exterior. En el segundo nivel se distribuyen las estancias privadas, el patio exterior y el resto de facilidades. Por último, en la planta baja se ubica el garaje y una pequeña piscina con vistas al Mediterráneo.
Nombre: Casa Girasol.
Localización: Port de la Selva, Girona, España.
Arquitectos: Eduardo Cadaval & Clara Solà-Morales.
Colaboradores: Moisés Gamus, Joanna Pierchala y Efstathios Kanios.
Aparejador: Joaquín Peláez.
Construcción: Joaquín Gonzalez Obras y Construcciones.
Estructuras: Manel Fernández, BERNUZ-FERNANDEZ.
Área: 250 m².
Fotografía: Sandra Pereznieto.