Centro de alto rendimento de remo en Pocinho, de Álvaro Fernandes Andrade

El estudio spacialAR-TE, con Álvaro Fernandes Andrade a la cabeza de su departamento de arquitectura, ha afrontado con este proyecto un reto: crear un edifico de última generación en un entorno “sensible”. Para ello, se han impregnado del paisaje y sus preexistencias, haciendo del edificio una reinterpretación de las mismas.

Centro de Alto Rendimento, Álvaro Fernandes Andrade, Pocinho, 2013. © FG+SG.

Las principales directrices de proyecto para el Centro de Alto Rendimiento de Remo surgen de la mezcla de la particular identidad de sus preexistencias, lo especifico del lugar, las complejas demandas de un novedoso programa funcional y la voluntad de intervención arquitectónica. Siguiendo los pasos de sus maestros Álvaro Siza o Fernando Távora, el proyecto se impregna del entorno y de los distintos elementos que lo configuran; en particular, del paisaje del valle de la ribera del Duero, Patrimonio de la Humanidad, y de las ancestrales transformaciones e intervenciones que el hombre ha llevado a cabo en el mismo.

Centro de Alto Rendimento, Álvaro Fernandes Andrade, Pocinho, 2013. © FG+SG.

El extenso programa funcional debe dar solución a las complejas necesidades de preparación de atletas de nivel olímpico –8.000 metros cuadrados, con 84 habitaciones para 130 usuarios– y contemplar una posible ampliación de hasta 11.500 metros cuadrados, 170 habitaciones y 225 usuarios. Todo ello, con la voluntad de no impactar con exageradas volumetrías en la serenidad del paisaje.

Centro de Alto Rendimento, Álvaro Fernandes Andrade, Pocinho, 2013. © FG+SG.

El resultado de esta compleja intersección ha sido la configuración del edificio en tres bloques funcionales –social, residencial y de entrenamiento– y su adaptación, a través de una reinterpretación de los elementos de la construcción tradicional, al paisaje del Duero. Crear terrazas en las laderas, como campos de labranza, para ubicar el alojamiento de los atletas. Situar los grandes edificios blancos sobre el terreno para albergar los espacios de entrenamiento y de vida social, tal y como lo hicieron las grandes haciendas productoras de vino, que no eran más que un conjunto de edificios que se fueron, según las necesidades, anexionando con el tiempo. Interrelacionarlos, al igual que sus antecesores, con una red de escaleras, rampas y muros que los comunican, los unen y los conducen hasta el río. El hecho de separar el programa en tres bloques también facilita la relación entre ellos, acomodando al mismo nivel las zonas de mayor uso y minimizando los desplazamientos.

Centro de Alto Rendimento, Álvaro Fernandes Andrade, Pocinho, 2013. © FG+SG.

Las soluciones adoptadas permiten también formular sistemas pasivos para la gestión de la energía del edificio. En los bloques de habitaciones, donde hay una mayor permanencia pero menor actividad, se consigue reducir su superficie de contacto con el exterior, enterrándolos parcialmente y cubriéndolos con azoteas ajardinadas, reforzando así el aislamiento. Completando la aportación solar pasiva, las habitaciones cuentan con unas claraboyas orientadas hacia el sur en busca del sol, a diferencia del resto del complejo, expuesto al norte. Las paredes de las habitaciones de hormigón visto apoyan el significado de "tierra ", de" casa", de “protección” y permiten un almacenamiento óptimo de la energía térmica solar, captada a través de los tragaluces. Además, desde la cama pueden verse las estrellas. También, debe tenerse en cuenta que todas las habitaciones pueden ser utilizadas por atletas que se desplazan en silla de ruedas, sin tener que ser relegados a zonas para personas con discapacidad.

Centro de Alto Rendimento, Álvaro Fernandes Andrade, Pocinho, 2013. © FG+SG.

Los otros dos grandes bloques programáticos, más dinámicos y productivos, se imponen en el paisaje como grandes estructuras blancas, formalmente distintas y volumétricamente complejas. Son los componentes más visibles del proyecto, emergentes, y expresan la voluntad de transformación, en contraste con la timidez de las terrazas del bloque de habitaciones.

Centro de Alto Rendimento, Álvaro Fernandes Andrade, Pocinho, 2013. © FG+SG.

Las zonas comunes para el descanso y la relajación se apoderan de los niveles más altos y ofrecen vistas sobre la campiña. Volviendo la espalda a éstas, se encuentran las áreas de capacitación y entrenamiento, en un intento de potenciar el esfuerzo y la concentración que los atletas de alto rendimiento necesitan. La complejidad y la aleatoriedad formal aparente garantizan la exposición directa al sol del invierno a través del vidrio, así como la sombra contra el calor insoportable del verano.

Centro de Alto Rendimento, Álvaro Fernandes Andrade, Pocinho, 2013. © FG+SG.

Con un sistema de construcción que incluye fachadas y tejados ventilados, doble aislamiento térmico y un sistema de construcción en seco de la pared, se da solución a cuestiones de desarrollo sostenible; lo que permite, por ejemplo, el desmontaje y reciclado de los materiales al final de su ciclo de vida.

Centro de Alto Rendimento, Álvaro Fernandes Andrade, Pocinho, 2013. © FG+SG.

El edificio también ha supuesto un reto para Álvaro Fernandes Andrade en lo que respecta a la investigación de las formas y los procesos de integración especifica de "nuevos " temas, como la accesibilidad y la sostenibilidad, definiéndolos, de forma indefinida, como… Arquitectura. Sólo la arquitectura.

Localización: Pocinho, Vila Nova de Foz Côa, Portugal.
Arquitecto: spacialAR-TE – Álvaro Fernandes Andrade, profesor de la Escuela de Arquitectura de Oporto(FAUP)
Equipo: Directora del Proyecto: Paula Teles [ing.]
Colaboradores en Arquitectura: Ana Rute Costa [arq.], André Bevilacqua [arq.], Marcelo Altieri [arq.], Daniel Geada [arq.est.], Daniela Teixeira [arq.], Luís Romero [arq.est.], Nilton Marques [arq.est.] y Paula Cicuto [arq.est.]
Superficie: 8.000 m²
Fotografías: FG+SG – Fernando Guerra, Sergio Guerra

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