De carácter dinámico, tridimensional y escultórico
Un espacio residual en desuso y de geometría irregular en Monterrey, México, alberga la Cloud House. Una casa de 240 metros cuadrados, que diseñada por Arquidromo con un fuerte carácter dinámico, tridimensional y escultórico, condiciona su geometría a la forma de rectángulo girado 45º de la parcela. Un condicionante de partida que da lugar a un volumen rotado respecto a una calle a la que asoman sus caras laterales, convertidas en protagonistas de la fachada principal. Se crea así un fuerte contraste entre la base de hormigón, oscura y rugosa, que aloja el garaje, y la ‘nube’ de superficies blancas y tersas que emerge tras él. Una superposición orgánica de volúmenes monolíticos blancos que dan forma y albergan los espacios vivideros, variando sus dimensiones en función del programa que albergan en su interior. Tras acceder por una puerta común a viandantes y coches, un recorrido gris, habitado por plantas trepadoras que crecen por muros, suelo y techo, conduce a la vivienda. Ya en el interior, la casa se organiza en torno a un gran salón a doble altura que alberga las áreas más sociales. Un espacio blanco e inundado de luz gracias a los grandes ventanales que diluyen los límites entre interior y exterior, orientando las vistas hacia cielo y montañas. Con acceso a través de unas esculturales escaleras de hormigón, la planta segunda alberga una estancia semiprivada que funciona como espacio de transición al tercer nivel, donde se localizan los dormitorios.