El colegio de la fundación Tipu Sultan Merkez (TSM) en Punjab, una zona rural y empobrecida de Pakistán, ha ganado el primer premio de los Holcim Awards de Asia. Estos galardones otorgados a construcciones sostenibles son presentados cada tres años por la fundación que les da nombre. El edificio ha sido proyectado por los alemanes Ziegert Roswag Seiler Architekten Ingenieure, y en él se ha empleado cob, barro, bambú y mano de obra local.
Punjab es la provincia de Pakistán más poblada, y en ella se registran altos porcentajes de pobreza debido a las pocas oportunidades de trabajo; esto también trae consigo falta de sanidad y tratamientos médicos así como instituciones educativas. TSM ha querido renovar un colegio cuyo diseño continua con las tradiciones del lugar y el uso de un adobe local como material constructivo, a la vez que pretende ser un ejemplo de la arquitectura actual del país.
El colegio original se había quedado pequeño para sus necesidades crecientes. El nuevo edificio consta de dos estructuras de barro con dos guarderías, cinco clases escolares para gramática y cinco aulas generales más. Ambos bloques están unidos por andamios de bambú, que también sostienen las escaleras, las áreas de servicio y la zona de estudio. En el mismo centro se educa y enseña al profesorado, y se respaldan proyectos agrícolas ecológicos.
La construcción está conformada por un piso inferior de un material de fabricación local llamado cob, parecido al adobe (compuesto de arcilla, arena, agua y paja) y un piso superior hecho con paredes de tierra y bambú. Gracias a una investigación sobre el material se consiguió un aumento significativo de la resistencia y la durabilidad y se amplió el tiempo en el que es innecesario el mantenimiento.
El techado y el clásico tejado plano local consisten en tres capas de bambú cubiertas con una capa de barro. Los beneficios del barro radican en que es un buen aislante de la humedad y enfría la estancia de forma natural durante la noche, por lo que se evita el uso de aire acondicionado. Durante el invierno, el edificio se caldea por medio de energía solar pasiva gracias a su orientación norte-sur, y las grandes ventanas permiten que entre la luz natural.
Debido a que los típicos edificios de barro son vistos como obsoletos y requieren de un alto nivel de mantenimiento, últimamente los lugareños utilizan cada vez más ladrillos cocidos y cemento, que no poseen las ventajas climatológicas de las construcciones tradicionales de cob, pero los resultados de este proyecto pretenden incrementar de nuevo el uso de este material.
Otro de los problemas habituales de estas edificaciones que los arquitectos berlineses han intentado evitar es la debilidad de sus cimientos y sus tejados (que se han fortalecido), y la humedad y los insectos (que se han evitado mediante una barrera horizontal).
Arquitectos: Roswag Architekten
Concepto: Eike Roswag, General Manager
Diseño y planeado: Maria Scheicher
Planeado, dirección de construcción e implementación: Arne Tönissen
Investigación y diseño: Christoph Borchers
Implementación: Tiago Rocha Damasceno, Allah Ditta Asim