BmasC Arquitectos desea crear un objeto desde el que observar el valle del Tiétar con las nieves de la Sierra de Gredos como telón de fondo, un objeto con un carácter puramente artificial en un entorno natural árido, sin referencias claras. Bajo estas premisas, proponen en el municipio de Navahondilla, Ávila, el colegio Mirador.
Colegio Mirador, BmasC Arquitectos, 2010.
El edificio se sitúa en el borde oriental del municipio, en las laderas que caen hacia el valle, desde las que se observa el perfil de la sierra. Va conquistando la ladera, descansado sobre la topografía en algunos tramos y despegándose en otros para que sus patas configuren estancias.
Con el propósito de que el contexto más cercano sirva también de aprendizaje para los niños, se asoma a los diferentes puntos de interés del paisaje, con lo que adquiere así carácter de mirador, de punto de observación de los cambios de color del entorno, los cielos, la lluvia, sin desprenderse de la faceta de protección que debe tener el centro.
La envolvente es un manto continuo y único de chapa minionda perforada, de material distinto a la de los edificios del entorno, pero con semejante carácter objetual y frío, que contrasta con unos interiores más flexibles e intercambiables, además de espacios comunes –biblioteca, sala de reuniones, zona juegos– abiertos hacia la sierra.
Planta.
Alzados.
Secciones.
Arquitectos: BmasC Arquitectos. Arturo Blanco Herro, Alegría Colón Mur.
Colaboradores: Laura Martínez, Juan Carlos Casillas, Silvia Peñalvo.
Estructura: Jacinto de la Riva.
Arquitecto Técnico: Fernando Ibarrondo.
Constructora: Promoarenas.
Proyecto: 2007.
Obra: 2008-2010.
Fotografías: Miguel de Guzmán.