Una intervención abstracta y minimalista
Fuertemente condicionada por el entorno que la rodea, la Residencia de Mayores de Aldeamayor de San Martín, en Valladolid, se posa elegantemente sobre un terreno situado en una zona limítrofe entre el criptohumedal salino de Salgüeros de Aldeamayor, la aridez del terreno y la horizontal explanada agrícola castellana. Una intervención abstracta y minimalista, con la que su autor, el arquitecto Óscar Miguel Ares Álvarez —ganador del concurso convocado en 2013—, genera un entorno amable para los más mayores, que además de fomentar el contacto con la naturaleza facilita la relación cercana que caracteriza al medio rural castellano, de vecindad en torno a las sillas colocadas frente a las puertas de las casas.
Bloques de hormigón blanco aparejados de forma estriada
Abstracto y duro como el paisaje que lo rodea, y construido a partir de bloques de hormigón blanco aparejados de forma estriada, el nuevo edificio genera una muy marcada y al mismo tiempo sutil frontera con el entorno. Una suerte de cascarón infranqueable y con una fuerte geometría exterior, tras el que se esconde un interior cálido y acogedor, de gran complejidad espacial. Organizadas en torno a un patio, las habitaciones se plantean como pequeñas células, que aglutinadas de forma orgánica dan lugar a zonas intersticiales y de relación, y configuran los recorridos internos el edificio y el resto de zonas comunes: una sala de actividades, un gimnasio, un comedor, consultas médicas y un gran espacio con una muy cuidada iluminación natural. El pasillo perimetral que da acceso a las habitaciones se ha proyectado como un espacio lleno de pequeños espacios y matices que permite a sus habitantes reunirse frente a las puertas de sus «habitaciones-casas», como si de un pequeño pueblo se tratase, y junto a ellas.
Factores psicológicos del usuario, un papel fundamental
«Hemos querido huir de la clásica configuración de este tipo de centros, más parecida a lúgubres hospitales que a edificios agradables y acogedores», señala Óscar, que más que una residencia ha querido crear un hogar en cuyo diseño juegan un papel fundamental los factores psicológicos de los usuarios. Un objetivo para el que, además de una muy estudiada distribución, el arquitecto ha apostado por el uso de materiales sencillos y de bajo coste, y un cuidado tratamiento cromático y de texturas.