Greenhouse that grows legs, o lo que es lo mismo, el invernadero con patas, es posiblemente, y según afirman sus creadores, el primer edificio en el mundo en incorporar una tecnología similar. El invernadero se encuentra en Wraysbury, una pueblo situado en las inmediaciones del rio Támesis, una zona que sufre inundaciones de forma bastante frecuente. El estudio de arquitectos londinense BAT Studio ha sido el encargado de su ejecución. Construido sobre una estructura de acero, el edificio, de 29m2, incorpora cuatro patas hidráulicas que permiten elevarlo 80 centímetros del suelo. De esta forma, cuando se produce un aviso de inundaciones, sus propietarios pueden guardar en su interior todos aquellos muebles y utensilios que puedan verse afectados por las riadas, y elevar el edificio por control remoto. Desde el primer momento, el equipo de diseño, que incluye a los arquitectos de BAT Studio, así como a ingenieros agrícolas y estructurales con conocimientos especializados en hidráulica, tuvieron como principal objetivo crear un edificio que fuera práctico y a la vez estético. El 99% del edificio estaría en el suelo y funcionaría como un invernadero, por lo que tenía que ser un edificio pequeño y con una estética cuidada, además de ser un importante proyecto de ingeniería. La estructura exterior está formada por secciones de madera laminada, y las columnas de la fachada principal incorporan unos espejos que producen un efecto visual ambiguo, desdibujando el edificio y su contenido. Efecto que, una vez que el invernadero esté lleno de plantas, permitirá que el edificio se fusione totalmente con el paisaje.
