Una segunda residencia para vivir toda la vida
El arquitecto y diseñador noruego Erling Berg —ex de Mork-Ulnes Architects— ha completado un maravilloso proyecto en las cumbres nevadas de Kvitfjell, una de las estaciones de esquí más famosas de su país natal, con el que, además de dar un sustancial empujón a su carrera, consigue inspirar a creativos y amantes de la naturaleza por igual.
El proyecto de Berg destaca especialmente por su honesta austeridad formal y material. 145 m² construidos íntegramente en madera maciza de pino, utilizando técnicas de construcción autóctonas, son la clave conceptual y estética inequívoca de una propuesta sin fisuras.
Aunque aún es pronto para verlo, una de las características más singulares de la propuesta de Berg, son los exteriores sin tratar. Esta atípica y aparentemente arriesgada decisión, es una norma no escrita en el diseño y construcción vernácula. Con el tiempo y la incidencia de los elementos, la blanca piel de pino irá mutando a un gris pálido, marca registrada de las laderas de Kvitfjell, y sellando sus poros de forma natural. Brillante.
Por el contrario, los interiores, sí han sido revestidos con aceites orgánicos que perpetuaran el color y las vetas del omnipresente pino noruego. Para cerrar habría que destacar la elección del mobiliario y periféricos, en su línea y a la altura. Lo dicho, una segunda residencia para vivir toda la vida