Proyectar favoreciendo el respeto por el medio que nos rodea debería ser una condición en el ejercicio contemporáneo de la arquitectura. No obstante, y aunque todavía con cierta timidez, poco a poco va imponiéndose como disciplina cada vez con mayor énfasis y mejores resultados. Es el caso del estudio californiano Graciastudio, quienes han proyectado, en el mexicano Valle de Guadalupe, el hotel Endémico Resguardo Silvestre, un complejo cuya intención primera es convivir con el paisaje que le rodea, causando el mínimo impacto ambiental posible.
Enémico Resguardo Silvestre, Graciastudio, 2011. Fotografía de Jorge Gracia.
El complejo hotelero se emplaza sobre un terreno de 94 hectáreas, en una pendiente montañosa de Baja California. La ladera, además de servir como resguardo natural para los huéspedes, ofrece unas espectaculares vistas hacia el paisaje vinícola característico de la región.
Dividido en veinte habitaciones independientes de veinte metros cuadrados cada una, el complejo dispone de una zona común provista de piscina y jacuzzi.
El exterior de las cabinas/habitación queda revestido con acero corten, lo cual favorece su protección respecto a las inclemencias atmosféricas. Cada una de éstas se eleva, además, unos metros sobre el suelo para salvar la pendiente.
Cada cabina, que cuenta con un dormitorio y un baño, incorpora en una de las paredes un amplio ventanal que se abre sobre el valle, iluminando el interior durante el día. Además, cada cabina dispone de una plataforma exenta de madera que hace las veces de terraza individual.
Arquitectos: Graciastudio – Jorge Gracia
Ubicación: Valle de Guadalupe, Ensenada, México
Colaboradores: Javier Gracia, Jonathan Castellón, Braulio Lozano, Valeria Peraza
Construcción: Graciastudio.
Ingeniería estructural: Grupo Metalco.
Superficie: 20 habitaciones de 20 m2 cada una.
Año: 2011