Un volumen aparentemente sencillo, de una gran robustez y, aunque sofisticado, acorde a las circunstancias sociales y naturales de su entorno
Faulkner Architects, el multipremiado estudio californiano fundado por Greg Faulkner en 1998, ha sido el responsable de intervenir un viejo granero en el corazón de Glen Ellen, una población rural en el estado de California marcada estéticamente por este particular tipo de edificaciones, y convertirlo en una segunda vivienda de alto standing para una familia numerosa de San Francisco.
Utilizando los vestigios de una estructura datada en mediados del siglo XX, el equipo a cargo de la cuenta, compuesto por Darrell Linscott, Christian Carpenter, Jenna Shropshire y Richard Szitar —con el propio Greg Faulkner a los mandos—, proyectó un volumen aparentemente sencillo, de una gran robustez y, aunque sofisticado, acorde a las circunstancias sociales y naturales de su entorno.
Bautizado simplemente como Big Barn (el granero grande), destaca por la utilización, mezcla y reinterpretación de materiales como la madera o el acero para obtener texturas cálidas y honestas. A dos aguas discretamente asimétricas, los 360 m2 del volumen principal vuelan sobre una ladera con cierta pronunciación, ofreciendo a sus ocupantes unas vistas monumentales través de un sinfín de aberturas de corte neoindustrial. El detalle de la propuesta de Faulkner Architects —o al menos uno de ellos—, es la suerte de puente de acero autopatinable que conecta y da salida por la —en teoría—, faceta anterior. Lo dicho, brillante.
