Cuando evolucionar es volver a las raíces
El estudio Takeru Shoji Architects, dirigido por el reconocido arquitecto japonés Takeru Shoji, es el responsable del diseño de Hara House, una vivienda unifamiliar ubicada en una antigua villa de agricultores a orillas del mar del Japón llamada Nakanoshima.
El paisaje arquitectónico de esta pequeña comunidad (como el de muchas otras en el país asiático) ha ido cambiando prematuramente a causa de edificaciones que no han sabido respetar la líneas maestras que definían el espíritu de la villa, y por extensión, el de sus habitantes. El objetivo de Takeru Shoji y su equipo para este proyecto, era rescatar los valores estéticos y culturales de la arquitectura tradicional nipona y dotarlo de los adelantos y visión del diseño y la arquitectura contemporánea.
El resultado es un volumen único (basado en los modelos a-frame) que se estructura internamente a partir de un espacio central de uso común con salida a la calle. «Los sectores de almacenamiento, las particiones y las salas privadas se han eliminado en la medida de lo posible, para simular un gran espacio abierto que se adapte a las necesidades del usuario», comentan desde el estudio.
Aunque carece de ventanas como tal, el porche y la entrada principal (como sus laterales translucidos) alimentan de luz natural a todas las estancias.
Completamente revestida en madera, con mobiliario tradicional y construida sobre un sistema de tarimas y pilones típico de la zona, Hara House se erige como un flamante símbolo de tradición y modernidad. «Hemos creado un espacio donde los vecinos, amigos y niños de la zona pueden acceder fácilmente, para charlar bajo el porche. Una casa abierta a su comunidad», confiesan los responsables del proyecto.
