El Parrish Art Museum, de los internacionalmente aclamados arquitectos suizos Herzog & de Meuron, es la ocasión para rescatar del imaginario infantil la forma prototípica de casa con cubierta a dos aguas, principio generador de varios de sus proyectos. La estructura descaradamente horizontal, compuesta por una ordenada secuencia de postes, vigas y cerchas, bajo la cual se organizan los espacios del nuevo museo, está situada en un terreno de 14 acres (casi seis hectáreas) en Water Mill, en el East End de Long Island (Nueva York). El resultado es un volumen singular, pero en armonía con el paisaje natural.
Parrish Art Museum. Herzog & de Meuron, 2012.
Localizado a un lado de la autopista Montauk, el Parrish Art Museum se presenta como un volumen discreto en su relación con el paisaje. El edificio, proyectado para acoger en un espacio único los resultados del trabajo de los numerosos talleres de artistas del East End, se compone de dos alas paralelas unidas por una espina dorsal de circulación que recorre toda su longitud.
Parrish Art Museum. Herzog & de Meuron, 2012.
Ligeramente girado para orientar dos de los enormes faldones al lado norte y aprovechar la entrada de la luz difusa a través de claraboyas, el Parrish Art Museum se piensa como un "todo" en el que se ordenan de forma gradual los espacios individuales. De ese modo, Herzog & de Meuron sitúan en el lado este las funciones más privadas –administración, talleres, almacenaje– y hacia el oeste los espacios abiertos al público –lobby, tienda y cafeteria–. Entre las dos agrupaciones aparecen las galerías, a caballo entre lo público y lo privado.
Parrish Art Museum. Herzog & de Meuron, 2012.
Parrish Art Museum. Herzog & de Meuron, 2012.
Parrish Art Museum. Herzog & de Meuron, 2012.
El empleo de materiales locales en su construcción es el reflejo de la importancia que tiene el lugar en la concepción de todo el proyecto. Los muros de hormigón –interrumpidos por paños de vidrio que ofrecen las vistas del exterior– se construyen in situ y se retranquean para resaltar la larga y elegante cubierta de metal corrugado sobre cerchas de madera. Con los aleros resultantes se consigue un espacio en sombra, concebido para el descanso y la contemplación del majestuoso paisaje que se extiende más allá del museo.
Parrish Art Museum. Herzog & de Meuron, 2012.
El banco corrido de hormigón, que unido al muro recuerda a un sujetalibros, es el reflejo de la relevancia del espacio exterior para la comprensión del proyecto. El diseño del paisaje, de Red Hildebrand Associates, evoca al igual que el propio edificio el patrimonio natural del East End. Se trata de una pradera de césped y flores silvestres autóctonas, flanqueada en el lado norte por un robledal y setos de hoja perenne.
Parrish Art Museum. Herzog & de Meuron, 2012.
El volumen, de trazo único, pero casi infinito, relaciona de forma directa la arquitectura y el paisaje. Su concepción es el reflejo del cuidado que ponen Jacques Herzog y Pierre de Meuron en la utilización de los componentes arquitectónicos, sin alardes técnicos y con el empleo de muy pocos materiales.
Parrish Art Museum. Herzog & de Meuron, 2012.
Parrish Art Museum. Herzog & de Meuron, 2012.
Parrish Art Museum. Herzog & de Meuron, 2012.
Parrish Art Museum. Herzog & de Meuron, 2012.
Parrish Art Museum. Herzog & de Meuron, 2012.
Arquitectos: Jacques Herzog, Pierre de Meuron; Herzog & de Meuron, Basilea, Suiza.
Arquitecto encargado: Ascan Mergenthaler.
Arquitecto asociado, director del proyecto: Philip Schmerbeck.
Arquitecto asociado: Jayne Barlow.
Colaboradores: Raymon Jr. Gaëtan, Jack Brough, Marta Brandao, Sara Jacinto, Tom Powell, Nils Sanderson, Leo Schneidewind, Camia Young. .
Ejecución: Douglas Moyer Architect, Sag Harbor, NY, USA.
Estructuras: S.L. Maresca & Associates, Hampton Bays, NY, USA.
Ingeniería mecánica: Buro Happold, New York, NY, USA.
Diseño de Mobiliario: Konstantin Grcic, KGID, Munich, Alemania.
Paisajismo: Reed Hilderbrand Landscape Architecture, Waterton, MA, USA.
