La homogeneidad visual de las fachadas tiene un papel protagonista en el barrio residencial de viviendas aisladas de Bellavista, en Santiago, Chile. Dentro de ese conjunto, se diferencia un edificio que data del año 1914, y que ha sido rehabilitado por la oficina de arquitectura FOAA para albergar el Hostal Caracol Santiago. Lo nuevo y lo antiguo, lejos de mimetizarse, se diferencian claramente, evidenciando a través de las técnicas constructivas el paso de los años.
Hostal Caracol Santiago, FOAA Oficina de Arquitectura, 2010. Fotografías de Felipe Ortíz.
La intención de ubicar un nuevo hostal conlleva la necesidad de aumentar significativamente la superficie y se hace indispensable una intervención estructural por la que el edificio pasa de dos a tres pisos. Se intenta además generar un contraste visual entre la parte antigua y la nueva, por lo que se opta por una solución con una volumetría sencilla que crece solo hacia arriba, manteniendo de esa manera el perímetro original y la identidad formal del barrio.
Con el fin de romper con la distribución de las dependencias originales, de reducido tamaño e interconectados, se crea un espacio de triple altura que genera un lugar de encuentro para los usuarios que circulan por los distintos niveles, además de permitir una entrada de luz cenital que ilumina los rincones más oscuros de la primera planta.
Hostal Caracol Santiago, FOAA Oficina de Arquitectura, 2010. Fotografía de Tomás Domínguez.
La intención de no alterar la identidad formal y visual del barrio se hace patente con la elección de los materiales nuevos (el revestimiento de acero corten, el mobiliario de madera de pino-finder) y la reutilización de los materiales resultantes de la demolición. El hecho de que el arquitecto es además el constructor permite una intervención con gran cuidado.
Hostal Caracol Santiago. Comuna de Recoleta, Santiago, Chile.
Arquitecto: FOAA. Felipe Ortiz,
Colaborador: Margarita Greene Zuñiga
Constructor: FOAA
Proyecto: 2009
Construcción: 2009-2010.