Siempre es un reto actuar en un entorno con una carga histórica y arqueológica tan importante como la zona sagrada, original de la época romana, formada por el Templo de Diana, sus estanques laterales, el criptopórtico y el muro romano en la ciudad de Mérida. El reto es aún mayor cuando se trata de hacerlo con un lenguaje arquitectónico actual y contemporáneo, como el que emplea el arquitecto José María Sánchez García.
Vista aérea. Entorno del Templo de Diana. José María Sánchez García, 2011.
La primera operación consiste en liberar una gran plaza alrededor del templo, dejar libre de arquitectura un plano arqueológico en el que se establezca una relación más cercana entre visitante y templo. Se consigue elevando, hasta la altura del pódium, la pieza construida.
En forma de L, la pieza de hormigón (de cemento blanco y áridos del lugar) se adhiere al perímetro construido irregular de los edificios que configuran la plaza, con lo que se establece un segundo nivel para la observación de los restos arqueológicos y de utilización de la plaza.
La pantalla estructural, que ayuda a enfatizar la presencia del templo, incorpora en su parte trasera un sistema de volúmenes que ocupa los espacios intersticiales y configura patios de luz que fragmentan la composición de la plataforma. Estas cajas voladas están proyectadas para albergar en su interior usos comerciales y culturales, que pretenden dotar a la ciudad de un nuevo estrato programático.
Esquemas de generación de la sección. Entorno del Templo de Diana. José María Sánchez García, 2011.
Esquemas de generación de la planta. Entorno del Templo de Diana. José María Sánchez García, 2011.
Detalles constructivos. Entorno del Templo de Diana. José María Sánchez García, 2011.
Arquitecto: José María Sánchez García
Colaboradores: Enrique García-Margallo, Rafael Fernández, Daniel González, Maribel Torres, Laura Rojo, Francisco Sánchez, Jorge García-Margallo, Marta Cabezón, Mafalda Ambrósio, Carmen Leticia Huerta, Marilo Sánchez, Julia Ternström
Estructuras. CDE Ingenieros, GOGAITE.
Instalaciones: Aro consultores.
Arquitectos técnicos: Ángel García, Fernando Benito Fernández
Concurso: Septiembre 2005
Proyecto: 2008 – 2009
Obra: 2009 – 2011.
Fotografías: Roland Halbe, Pablo Calzado.