Robert Konieczny y su arca de hormigón
Robert Konieczny, de KWK Promes, ha diseñado la Konieczny’s Ark, una casa para él y su familia en Brenna, Polonia. Un volumen rotundo con el que el arquitecto ha querido reproducir la forma de un granero tradicional, de una sola planta y cubierta a dos aguas. «Por su situación, en un entorno montañoso y completamente aislado, la seguridad ha sido un aspecto clave en el proyecto» señala Konieczny, que ha optado por girar el volumen respecto a la pendiente natural del terreno de modo que sólo una de las esquinas queda accesible desde el exterior.
De puente levadizo a contraventana
Orientada a Sur, la entrada se produce así por un puente levadizo que funciona como contraventana cuando está cerrado, con un panel deslizante de 10 metros de longitud cubriendo el gran plano acristalado de fachada cuando se quiere aislar el interior. Ya dentro, cocina, salón y comedor se sitúan en un mismo espacio diáfano, más cercano a la cota natural del terreno, mientras que las estancias más privadas –tres dormitorios y dos baños– ocupan el extremo opuesto de la casa, elevados respecto al terreno a una altura que se correspondería con la planta primera real.
La casa se eleva como un puente
Con el fin de evitar un posible deslizamiento de tierras —un fenómeno cada vez más frecuente en Polonia— la casa se eleva como un puente bajo el cual fluye el agua de lluvia de forma natural. Para ello se crea una cubierta invertida en la base, con testeros inclinados y un segundo puente levadizo dando acceso a un sótano que se retroilumina de noche y convierte la casa en una linterna en la oscuridad. «Buscábamos que una casa fácil y barata de construir» señala el arquitecto, que optó por convertir la estructura de hormigón en fachada, aislando el volumen por el interior con una espuma pulverizada que funciona como barrera de vapor y da lugar a un acabado interior muy cálido. La cubierta se ha impermeabilizado con membrana TPO, de acabado muy similar al hormigón.