Ladrillo visto, acero desnudo y mucha madera
Aunque en una profesión como la arquitectura no existen proyectos sin retos, las intervenciones siempre suponen un desafío y más aún si involucran edificaciones con valor histórico. En este sentido, el joven arquitecto británico Will Gamble firma un fantástico proyecto residencial en plena campiña inglesa.
Sobre las ruinas de un antiguo palacete victoriano del siglo XIX, el estudio fundado por Gamble en 2018, debía proyectar una vivienda unifamiliar que no entrara en conflicto con el paisaje arquitectónico local pero que se adecuara a las premisas de la arquitectura del siglo XXI. Si bien el briefing inicial sugería la demolición de la vieja casona, su establo y una pequeña fábrica de pergaminos adyacente, Gamble optó por, no solo utilizar las estructuras aún en pie, sino también, ponerlas en valor. Así, se fueron configurando los espacios de la nueva vivienda, uno a uno, utilizando partes de muros, dinteles y vigas de madera, revestimientos rústicos y otros tipos de elementos heredados para dotar al volumen de una personalidad única.
Si bien los materiales reciclados a pie de obra son la nota distintiva de este proyecto, el mobiliario de corte minimalista y la generosa utilización de vidrio en las aberturas, terminan de redondear una propuesta brutal y sin fisuras. «Se eligió una paleta de materiales honestos tanto interna como externamente que hace referencia a la historia del sitio y al contexto rural circundante», cometan responsables del proyecto.