Situado en la calle Arizala de Barcelona, el nuevo bloque de viviendas de las arquitectas Ana Gallardo y Alejandra Carreras presenta en su fachada una piel textil que actúa como filtro solar. La solución, que se inspira en las telas que cubren los andamios de los edificios en rehabilitación, se desarrolla homogéneamente a lo largo de todo el frontal, procurando intimidad a sus habitantes sin restar luminosidad al interior.
La fachada está configurada a partir de paneles de screen tensados con bastidores de aluminio. Este material transmite todo el calor al interior del edificio, evitando el sobrecalentamiento de la estructura y caldeando las habitaciones durante el invierno. La orientación de la vivienda, que permite la ventilación cruzada, y la posibilidad de utilizar las ventanas como sombrillas evitan las altas temperaturas durante el verano. El proyecto ha sido seleccionado para los premios FAD de Arquitectura 2015.
