Un gran e hipnótico mar flotando
Una enorme estructura de casi 1.400 metros cuadrados que flotaba sobre la Plaza Pershing sorprendió una mañana a los vecinos del centro de Los Ángeles. Allí, había trabajado durante toda la noche Patrick Shearn, del estudio de diseño Poetic Kinetics, junto a un grupo de estudiantes de arquitectura, para montar esta impresionante obra, llamada Liquid Shard. Una pieza de mylar holográfico y monofilamento que se elevaba en el aire desde de 4,5 metros del suelo y hasta alcanzar los 35 metros de altura. «La inspiración surge de la observación de la naturaleza y de la sensación de que sólo somos conscientes a un nivel muy superficial de lo que realmente sucede a nuestro alrededor. Cosas insólitas se revelan en los time-lapse o en la fotografía hiperespectral que me fascinan. Como fractales que se repiten progresivamente, sentimos las corrientes de aire en nuestra piel pero no vemos esos grandes movimientos. Yo quería que Liquid Shard jugara en esa realidad», comenta Shearn. El proyecto brindó a los espectadores la oportunidad de ralentizar el movimiento del viento y observar el modo en que éste transformaba la pieza suspendida en el aire. Un gran e hipnótico mar flotando, ofreciendo un espectáculo único de luz, contraste y movimiento, ideal para cortar con la ajetreada dinámica de la ciudad y abrirse a la realidad oculta tras ella.