El estudio Huma, integrado por los arquitectos Eduardo Barceló y los hermanos José y Alberto Amorós, ha proyectado el colegio Los Cachimanes en el extrarradio de Roldán, una pedanía de la ciudad murciana de Torre-Pacheco. Para remediar la monotonía causada por la aridez de la región y la cercanía de un complejo residencial en proceso de construcción, los arquitectos han recubierto las fachadas con una malla verde de césped artificial.
Colegio Los Cachimanes, Estudio Huma, 2010.
La escuela, dirigida a los alumnos de infantil y primaria, se extiende por unos 3.343 metros cuadrados. El centro fue inaugurado en septiembre del año 2010.
El emplazamiento original presentaba un solar desnivelado, por lo que se edificó una estructura de dos metros de altura que igualan la superficie, elevan el edificio, lo protegen de las lluvias torrenciales que ocasionalmente arrecian en la región y acogen un almacén en su interior.
El centro educativo está separado de las inmediaciones gracias a un vallado de acero galvanizado que cerca el complejo sin romper visualmente la continuidad ni entorpecer la visibilidad hacia el exterior.
Los edificios se aglomeran en el perímetro del solar, de tal manera que se crea un espacio interior que sirve como patio para los escolares, los protege de la contaminación acústica y establece un lugar abierto para la impartición de clases al aire libre.
Los bloques que conforman el complejo han sido levantados gracias a un forjado reticular sobre el que se disponen las paredes de ladrillo. Las cubiertas de las aulas crean un ritmo irregular que confiere de mayor dinamismo al complejo. En palabras de los arquitectos, el resultado es un skyline de “dientes de sierra” que pretende actuar como reclamo visual ante la monotonía del resto de edificios circundantes.
Otra de las atracciones del colegio es su fachada verde, un tapiz de césped artificial que forra los bloques de edificios y busca servir como “punto significativo en la memoria del lugar” de los niños. Con la instalación del césped se ha querido también sugerir la idea de un ecosistema natural que contrasta con la aridez del entorno.