Ganador del premio Pritzker en 1983
Considerado uno de los últimos representantes de la arquitectura moderna, la muerte de Ieoh Ming Pei a los 102 años de edad, marca un nuevo hito en la historia de esta disciplina. La pirámide del Museo Louvre de París ha sido su obra distintiva. Sin embargo, su prolífica carrera lo ha llevado a dejar su marca en distintas ciudades del mundo. Desde la Biblioteca John F. Kennedy en Boston, al Museo de Arte Islámico en Doha, o la Embajada de Estados Unidos en Montevideo, sus edificios se han basado en los principios del modernismo, sin dejar de lado las variantes estilísticas, en función del lugar y el propósito del proyecto.
Nacido en 1917, en la ciudad china de Cantón, a los 18 años Ieoh Ming Pei se mudó a Nueva York para estudiar arquitectura en el Instituto de Tecnología de Massachussetts y en la Universidad de Harvard, donde tuvo entre sus maestros a Walter Gropius, el fundador de la Bauhaus. La revolución comunista comprometió su regreso a China, por lo que, en 1954, adoptó la ciudadanía estadounidense. Un año después, inauguró I.M. Pei y Asociados, su primer estudio de arquitectos con base en Nueva York.
En 1983, el presidente francés François Miterrand encargó a Pei la misión de repensar el Louvre. Seis años más tarde, la icónica pirámide de acero y vidrio se inauguraba en medio de críticas que cuestionaban lo rupturista del proyecto. “Cuando por primera vez presente la idea, diría que el 90% de la gente estuvo en contra. No podía caminar por París sin que me miraran con cara de desaprobación. Pero para respetar la tradición, también hay que pensar en el microcambio y el museo tenía que cambiar, no había dudas. Entonces, cómo hacer que la historia viva y al mismo tiempo apuntar al futuro”, planteó el arquitecto, quien aseguró que una cosa que sabe que no hizo mal, ha sido el Louvre.
Retirado formalmente de la profesión en 1990, a lo largo de su carrera Pei ha sido reconocido con el premio Pritzker, la Medalla de Oro del Instituto Americano de Arquitectos, la Royal Gold Medal del Royal Institute of British Architects y el Præmium Imperiale, otorgado por la Asociación de Arte de Japón.