Honrar el paisaje de ribera que vio nacer a los primeros habitantes de Corea, cerca de la ciudad Jeongok, reconocer la belleza de las dos colinas que se curvan y las reminiscencias de los meandros de los ríos ahora resecos, y dejar que la sima geológica subterránea cuente la historia de esa tierra, son tareas difícilmente abordables sólo desde la arquitectura. Los parisinos X-TU Architects establecen, a partir de esas premisas, unas pautas de actuación muy claras y proponen un elemento arquitectónico mitigado por el paisaje, adaptado a las formas geológicas, y que además deje ver más allá del cono visual. El resultado es un Museo de la Prehistoria orgánico, con una envoltura brillante y cambiante, que nos recuerda a la piel de un reptil.
Imagen desde la cuenca del río. Museo de la Prehistoria. X-TU Architects, 2011.
El proyecto se presenta así, como un puente tendido entre dos paredes naturales, visibles desde la vía de acceso, que crea un límite, un paso simbólico hacia la era prehistórica que representa este parque. Un umbral que invita al visitante a viajar a través del tiempo, a vivir una experiencia única, unirse a su lado más primitivo e introducirse en un mundo diferente. Allí donde los hombres tenáin otra relación con la naturaleza, se movían e interactuaban con el paisaje, los bosques, las cuencas de los ríos y recnocían cada rincón de los meandros.
Secuencia de aproximación. Museo de la Prehistoria. X-TU Architects, 2011.
Restitución de los árboles originales. Museo de la Prehistoria. X-TU Architects, 2011.
Desde la lejanía, el museo es un volumen extraño, resplandeciente, suspendido entre dos paredes. Alrededor de él, se vuelve a ordenar el paisaje para devolverle su identidad original. Se restituye el ecosistema primitivo replantando los árboles, entre los que desaparecen zonas de uso, necesarias, pero con gran presencia visual, como las plazas de aparcamiento. A medida que se acerca el visitante, la grieta se va haciendo más profunda, más perceptible y el museo adquiere presencia.
Umbral del Parque y entrada al Museo de la Prehistoria. X-TU Architects, 2011.
A mitad de recorrido se encuentra la entrada al museo desde la que unas escaleras suben a una zona que da acceso a la recepción, el área de exposiciones, la cafetería, la sala de conferencias, las aulas de actividades pedagógicas y el laboratorio multimedia. Los espacios son permeables, concebidos como paisajes, más cercanos a la forma real de vida del hombre primitivo, itinerante, evolutiva. La sutil visibilidad del exterior, además de conectar el edificio con el parque de la prehistoria, que se extiende más allá de los límites de la construcción, anima a los visitantes a participar de ambos lugares.
Escaleras de acceso. Museo de la Prehistoria. X-TU Architects, 2011.
Las paredes de la construcción incrementan su espesor en función de la estructura y de los servicios que albergan: instalaciones de fontanería, ventilación, electricidad, equipamiento de audio y sonido, almacenamiento.
Los espacios escenográficos tienen la vocación de congelar el tiempo, para poder compartir la emoción del paleontólogo que descubre las huellas de los pies descalzos de un niño en el suelo blando de una cueva, al mismo tiempo que acompañan al visitante por los últimos avances de la investigación.
Cafetería. Museo de la Prehistoria. X-TU Architects, 2011.
Sala de exposiciones temporales. Museo de la Prehistoria. X-TU Architects, 2011.
Espacios museísticos. Exposición permanente. Museo de la Prehistoria. X-TU Architects, 2011.
La envolvente, además de aportar una identidad visual característica, filtra la luz natural, como un enrejado. La doble pared incluye vidrios y protecciones solares en metal, lo que permite un control higrotérmico casi total. La admisión de luz natural se ajusta según las necesidades de los distintos recursos escenográficos. Espacios tales como la cafetería incorporan huecos panorámicos que se abren estratégicamente para la observación del paisaje.
Vista desde la zona de acceso. Museo de la Prehistoria. X-TU Architects, 2011.
Vista de la cafetería desde el exterior. Museo de la Prehistoria. X-TU Architects, 2011.
Parque de la Prehistoria. Museo de la Prehistoria. X-TU Architects, 2011.
Arquitectos: X-TU Architects. Nicola Desmaziere, Anouk Legendre.
Equipo: Gaelle Leborge, Olivier Busson, Mathias Lukacs, keeyong Lee, Amelie Busin, Alix Pellen, Seung-Eun Lee, Mélanie Bury, Nenad Basic.
Concurso: Abril 2006
Construcción: Junio 2008 – Mayo 2011.