Una nueva arquitectura que nos permita vivir en la ciudad
Una nueva arquitectura que nos permita vivir en la ciudad con las ventajas del idealizado mundo rural, sin por ello renunciar a la densidad y vitalidad que caracteriza las grandes urbes, es la propuesta de Estudio MAPAA con RRURBAN (Realmente RURal y URBANo). Una aproximación ‘romántica’ al problema de la vivienda, que pretende incorporar las ventajas de la vivienda unifamiliar al carácter especulativo de la vivienda colectiva en altura, activando al mismo tiempo cuestiones vinculadas al diseño participativo. «Una comunidad de vecinos no es más que un apilamiento de realidades dispares y únicas, pero que desgraciadamente a menudo se encuentran ocultas tras el velo unificador de arquitecturas residenciales mal entendidas» señalan desde MAPAA, que apuestan por sustituir esa tendencia uniformizante por operaciones que exploten la diversidad.
Una vuelta a cierto individualismo
Una vuelta a cierto individualismo, que redefina nuestra forma de convivir en altura y nos permita explorar los límites de la participación, como ya hicieran John Habraken o Frei Otto, de forma experimental y pionera, 40 años atrás. «A partir de las reflexiones sobre la capacidad individual para generar ecosistemas autónomos, que en 1973 plantearon los austríacos Haus Rucker-Co con su microentorno Stück Natur (Pedazo de Naturaleza), hemos dotado a cada unidad habitacional de cierta flexibilidad para que pueda ser fácilmente configurable por el usuario, según sus preferencias» cuenta el responsable de MAPAA, Marcos Parga. Una suerte de ‘Catálogo de los anhelos’, donde la combinación de muy distintos volúmenes permite la adaptación del sistema a cualquier solar, generando un entorno construido de densidad variable compuesto por volúmenes básicos apilados y dispuestos para ser habitados, y espacios intermedios entre ellos a modo de extensión de la vida interior.
Primero en Madrid
La primera operación RRURBAN se plantea en el centro de Madrid, en pequeño solar de 385 metros cuadrados entre medianeras en el centro de Madrid, capaz de albergar siete viviendas de entre 92 y 150 metros cuadrados, todas ellas con espacio exterior privado —patio o terraza— y plaza de garaje en aparcamiento subterráneo. Las zonas comunes incluyen un ascensor, un patio de juegos, un invernadero productivo, espacio para barbacoas, trastero y aparcamiento de bicicletas.