Todo un ejemplo de la buena arquitectura de montaña
Situado a más de 1.000 metros de altura en una de las tantas laderas que dan forma a las majestuosas Montañas de los Gigantes, aquel maravilloso cordón montañoso que divide —y comparten— la República Checa y Polonia, se yergue orgulloso un excepcional volumen arquitectónico que sin desmarcarse del legado urbanístico y cultural de la región, o romper con la natural cadencia de su entorno, consigue situarse como todo un ejemplo de la buena arquitectura contemporánea de montaña.
Se trata de HAJ Cottage, una segunda vivienda de 242 m2 obra ADR, obra la premiada práctica de arquitectura checa dirigida por Ales Lapka y Petr Kolar. Desde un principio, Según comentan responsables del proyecto, el objetivo era conseguir unas instalaciones recreativas «para disfrutar del tiempo libre tanto en verano como en invierno, capaces de proporcionar espacio para reuniones familiares y sociales». También, y no menos importante, el edificio debía integrarse en el paisaje y respetar la arquitectura local, «al tiempo que debía dar una impresión moderna y solucionar las necesidades de la vida diaria».
El edificio se encuentra dentro del territorio del Parque Nacional de Krkonoše, rodeado de naturaleza virgen sin vallas ni barreras. En el lado norte, la tierra colinda con un bosque. La mayoría de las ventanas ofrecen una hermosa vista del valle, el paisaje circundante y la cima de la montaña checa más alta, Sněžka.
Es una casa de un solo piso con un ático habitable. Gracias a la base de piedra del edificio, el terreno circundante puede fluir de manera natural alrededor de la casa. La estructura consta de dos volúmenes principales y entrelazados. El primero es rectangular, con unas medidas aproximadas de 15 x 10 metros, y está cubierto con un techo a dos aguas. El segundo es una planta baja con techo plano.
En la planta baja se ubica uno de los salones comunes, además de la cocina, comedor, las instalaciones técnicas y áreas de relajación. El garaje se encuentra en la segunda parte del edificio. En el ático, accesible desde el pasillo por una escalera de un solo tramo, hay tres dormitorios, dos baños y un aseo independiente. El dormitorio principal tiene una logia en la fachada norte. Los otros dos dormitorios tienen una plataforma elevada que sirve como espacio ocasional para dormir.
Las fachadas están revestidas principalmente con madera de alerce. El material de cubierta para el techo a dos aguas es aluminio con juntas de pie. La base está hecha de piedra, típica de la región. El terreno circundante se deja esencialmente intacto, permitiendo que la casa se integre naturalmente en el prado de montaña.
Por supuesto la firma inequívoca de HAJ Cottage, al menos de cara al público es sin lugar a dudas el sistema de almacenamiento de madera para alimentar la estufa principal. De acero, grillada y completamente integrado en la morfología general, esta suerte de estantería outdoor ayuda estética y funcionalmente a un estructura de líneas impecables.
Como nota final habría que destacar la colaboración para el desarrollo del interiorismo de Formafatal, el estudio checo fundado en 2015 por Dagmar Štěpánová, con el que se ha conseguido dotar a las estancias de un valor agregado superlativo, llenado todo el proyecto a lo más alto. Lo dicho, todo un ejemplo de la buena arquitectura de montaña.
