El estudio de arquitectura Triptyque ha proyectado la nueva Red Bull Station en el centro de São Paulo, un espacio destinado a la promoción artística y musical que funcionará como un actor importante en medio de un escenario urbano en transformación.
Red Bull Station, Triptyque, 2013.
Con una población que ronda los once millones de habitantes y los veinte millones si se considera su región metropolitana, São Paulo es la segunda mayor ciudad de Sudamérica y una de las más grandes y pobladas del planeta. El centro de la ciudad es uno de los lugares del mundo donde el urbanismo es más abigarrado e intenso; un distrito donde la belleza de los edificios y el cuidado de las calles han caído en el olvido durante décadas.
El proyecto arquitectónico de Triptyque, Red Bull Station, aparece como un actor importante en la rehabilitación del centro de la ciudad. El nuevo centro cultural ocupa un edificio construido en 1926, anterior sede de la compañía eléctrica Light, en desuso desde 2004 y que ha sido declarado sitio histórico por Conpresp, el Conselho Municipal de Preservação do Patrimônio Histórico, Cultural e Ambiental da Cidade de São Paulo.
Tras más de dos años de planificación y seis meses de restauración y construcción, finalmente se inaugura en noviembre de 2013 un edificio que, destinado a apoyar proyectos musicales y artes experimentales, incorpora a lo largo de sus cinco plantas estudios de grabación, residencias artísticas, tres salas de exposición, talleres, salas de conciertos, una terraza y un restaurante. Situado en la plaza da Bandeira, entre las Avenidas Nove de Julho y Vinte Três de Maio, el nuevo centro cultural, de libre acceso, patrocina, por tanto, artes visuales y escénicas de vanguardia, mediante la producción y la difusión de las nuevas formas de expresión artística.
Dos características diferencian la Red Bull Station respecto al resto de los centros culturales de la ciudad: está concebido como un espacio para la producción de la cultura, más que como una plataforma para mostrar proyectos ya realizados, y ha sido patrocinado al cien por cien por una conocida bebida energética, muy activa en la escena artística de São Paulo y con una larga trayectoria de inversión en la promoción de las artes experimentales.
El antiguo edificio que acoge la Red Bull Station ha sido renovado por completo. Respetando los conceptos de herencia arquitectónica y de preservación del patrimonio, se ha llevado a cabo una intervención contemporánea, con el fin de adaptar el inmueble a su nuevo papel como espacio cultural. Se ha conservado la esencia histórica del edificio y se ha reforzado la belleza de sus elementos estructurales y ornamentales.
Una escalera monumental acompaña a los visitantes durante su visita a los cinco niveles del centro cultural. Este elemento interactúa con el público desde la puerta de acceso y se acaba transformando en una pérgola metálica, conocida como “la hoja”, que sobrevuela la cubierta y planea sobre la terraza y una de las salas de exposición. La estructura se apoya sobre una columna de acero en el suelo y sobre una columna metálica en el edificio existente. La cubierta metálica permite la recolección del agua de la lluvia y la futura instalación de paneles fotovoltaicos.
A un lado de la planta baja se encuentra la galería principal, un espacio monumental destinado a acoger exposiciones de todas las categorías de las artes visuales, performances y conciertos. Al otro lado, un gran volumen de hormigón pulido acoge los estudios de grabación.
El sótano se ha convertido en un espacio de exposición y de ensayo. El entresuelo alberga las oficinas. La planta superior acoge seis talleres destinados a residencias artísticas que cambian cada trimestre. Alrededor de los talleres individuales, la "Galería de la transición" aloja temporalmente los proyectos que se producen en estos talleres durante su proceso de creación.
La demolición de los elementos no estructurales del edificio existente ha posibilitado adecuar el programa de exposiciones en plantas libres y en nuevos espacios de servicio y de trabajo, compartimentados mediante paneles de vidrio y yeso.
Con sede en Paris y São Paulo, Triptyque explora desde 2001 herramientas que puedan hacer la arquitectura contemporánea perdurable y partícipe de la evolución de los espacios urbanos. Reconocido por su trabajo y por su experiencia en la construcción sostenible, el estudio creado por Gregory Bousquet, Carolina Bueno, Guillaume Sibaud y Olivier Raffaelli lleva doce años de creación con una tendencia experimental. Su trabajo ha sido expuesto, entre otros, en la Bienal de Hong Kong / Shenzhen en 2009, en el Museo Guggenheim de Nueva York, en el Londres Festival de Arquitectura o en el Museo Victoria & Albert de Londres en 2010 .
Programa: Centro cultural y de arte contemporáneo
Entrega: Octubre 2013
Cliente: RedBull
Superficie construida:1.680,00m²
Superficie total: 1.980 m²
Arquitecto: Triptyque
Asociados: Gregory Bousquet, Carolina Bueno, Guillaume Sibaud, Olivier Raffaelli
Coordinador general: Luiz Trindade
Equipo: Paulo Adolfo Martins (jefe de proyecto) / Pedro de Mattos Ferraz (arquitecto)
Colaboradores: Thiago Bicas, Ricardo Innecco (arquitectos) / Luísa Vicentini, Sofia Saleme, Priscila Fialho, Murillo Fantinati, Natallia Shiroma (becarios)
Fotos: Triptyque- Pedro Kok
Gestión del proyecto Redbull: Jairo Gen
Patrimonio y restauración: Ana Marta Ditolvo
Estructura: Companhia de Projetos
Cimientos: Solosfera Consultoria em Geotecnia e Fundações
Iluminación: Stúdio Carlos Fortes
Instalaciones: Sermon Engenharia
Incendio: Feuertec Engenharia
Impermeabilización: Proassp
Climatización: Systema
Audio y video: SVA Sistemas de Audio e Video
Acústica: Akkerman Acústica Engenharia
Etudio musical: Acousthink
Climatización: Fundament-AR Engenharia