Un casa en los Alpes suizos que desdibuja los limites entre el arte y la arquitectura
El arquitecto suizo Davide Macullo y el escultor y artista plástico francés Daniel Buren, son los responsables de Swiss House Rossa, una atractiva y atípica edificación situada en Rossa, una pequeña población de menos de 200 habitantes en los Alpes suizos.
Se trata de un imponente volumen escultórico de madera y hormigon de 1.000 m3 y tres pisos (uno bajo nivel), que desdibuja los limites entre el arte y la arquitectura. Proyectada para el propio Macullo, la vivienda debía contemplar las necesidades y requerimientos de su profesión, a la vez que satisfacer sus inquietudes artísticas. «Si bien el propósito principal de una casa es la de proteger a sus habitantes de los elementos, a menudo la arquitectura necesita del arte para estar completa. Enfocamos este espacio como un cuento de hadas pero real, justo como nos gustaría que sea el mundo», comenta Davide Macullo.
El bloque, compuesto de cuatro módulos recubiertos de flejes de madera longitudinales, recrean una cruz helvética de aristas redondeadas apreciable solo desde una vista aérea.
El interior, de madera al natural, contrasta con la estridente paleta exterior, rasgos que potencian su valor escultórico y que ha convertido este proyecto en la pieza fundamental del paisaje arquitectónico de la villa. «Se trata de un lugar mágico, cuando llegas allí te olvidas de todo. Se cierran las puertas del pasado y se abren las de los sueños. Swiss House Rossa es un opera del arte y la arquitectura, una escultura viva».