Situado en la ciudad de Spijkenisse (Países Bajos), el Teatro de Stoep nace con la intención de servir como espacio escénico, pero también de fortalecer la vida social de la comunidad. Diseñado por la firma neerlandesa UNStudio, este nuevo edificio hace de su vestíbulo un lugar de reunión para la catarsis de la ciudadanía, renovando la función social y política que el teatro ha poseido desde sus inicios en la antigua Grecia.
El estudio holandés UNStudio ha completado recientemente el Teatro de Stoep, un edificio donde la naturaleza quimérica del teatro se combina con la búsqueda por un nuevo espacio de reunión social. En palabras del Ben van Berkel, fundador del estudio, "el teatro ofrece una experiencia participativa y directa. Su magia se entiende como la extraña y elusiva energía entre el público y el artista, la comunidad unida y la colaboración momentánea que implica el evento en vivo".
Teatro de Stoep, UNStudio, 2014.
Esta filosofía se expresa a través de una arquitectura abierta y de amplios espacios. Un gran edificio de 5,800 m² acoge los tres volúmenes que conforman la estructura. De alturas desiguales, estos espacios se adaptan a las variaciones naturales del terreno, dibujando un edificio de planta y alzado irregular.
El teatro está localizado cerca del canal y con vistas al Nooitgedacht, un molino de viento del siglo XIX que hoy se erige como uno de los monumentos más representativos de la ciudad. El proyecto ha sido diseñado para respetar las condiciones del entorno: sus formas orgánicas, diseñadas en colaboración con la firma londinense Arup, no impiden la circulación del viento, permitiendo al molino seguir funcionando pese a la proximidad del teatro.
La cubierta se desarrolla horizontalmente a partir de un plano que ondula en función de los volúmenes interiores del edificio. Su estructura está fabricada a partir de una doble capa de aluminio perforada con una trama de agujeros circulares. Estas aperturas cumplen una doble función: por un lado, sirven como sistema de ventilación natural a los espacios internos; por otro lado, iluminan el conjunto arquitectónico durante día y noche gracias a las luces led insertadas.
El vestíbulo actúa como un nervio central desde donde se ramifican el resto de salas. Además de cumplir una función comunicante, este espacio sirve como centro de reunión social. Para ello, los arquitectos han liberado la planta de columnas utilizando un armazón de vigas voladizas. Al mismo tiempo, una ventana corredera ilumina el espacio interior. El resultado es un espacio amplio y diáfano donde se localiza el café, el restaurante y otras salas de recreo.
Una escalera en hormigón comunica el vestíbulo con el espacio escénico, integrado por dos volúmenes separados. El primero de ellos, destinado a las funciones más grandes, cuenta con una capacidad de 650 butacas, mientras que el segundo teatro acoge 200 sitios. Las paredes de las dos salas están revestidas con color púrpura, replicando el juego de luces de la cubierta en el interior.
Los auditorios han sido proyectados para acoger cualquier género de espectáculo, desde obras de teatro hasta óperas, cabarets, musicales o conciertos. Esta pluralidad de eventos ha exigido al estudio neerlandés un cuidado especial hacia la acústica de las salas escénicas. Para ello se han dispuesto unas placas móviles en el techo que se inclinan o enderezan con el fin de responder a las necesidades acústicas de la función.
Nombre: Teatro de Stoep.
Arquitecto: UNStudio.
Cliente: Ayuntamiento de Spijkenisse.
Superficie construida: 5.800m².
Capacidad: 856 butacas.
Fotografías: Peter Guenzel, Jan Paul Mioulet y Peter de Jong.
Dibujos 3D: Arup Photos.