Una pierda más en el paisaje
El impresionante paisaje de los Alpes suizos ha sido el emplazamiento elegido por el estudio de arquitectura italiano JM Arquitecture para la construcción de la Villa Montebar. Una sobria y elegante casa de madera prefabricada, que con unas impresionantes vistas panorámicas, disfruta de luz solar durante todo el año. «La tradición local de la zona obliga al uso de cubiertas inclinadas en color gris oscuro para una mejor integración con el medio ambiente», cuentan los arquitectos, que han logrado transformar lo que a priori era un handicap en una original solución. Una piel continua y homogénea, que reviste toda la vivienda y la convierte en una suerte de «piedra en el paisaje». Un volumen monolítico sólo roto por el muro cortina de la fachada sur, que permite disfrutar de las espectaculares vistas y se pliega en una esquina, generando un espacio cubierto donde sentarse durante los meses más cálidos.
Un patrón dinámico compuesto por tres formatos distintos
Situada al borde de una pendiente y rodeada de viñedos, la casa fue construida en pocos días, a partir de elementos prefabricados y perfectamente aislados para resistir así las inclemencias del clima de los Alpes. «Una gran parte del proceso del diseño se centró en investigar las distintas posibilidades de un revestimiento que diera lugar a una forma pura y simple«, señalan los arquitectos, que han diseñado pieza a pieza cada fachada y plano de cubierta a partir de un patrón dinámico compuesto por tres formatos distintos. Con aislante térmico de 22 centímetros y una doble capa de ventilación, la casa se ha revestido con una piel ventilada de azulejos de gres porcelánico, con sistema de fijación invisible y ligeramente elevada el suelo. Del mismo gres porcelánico, las contraventanas se confunden con la fachada cuando están cerradas. Además, y para lograr una mayor integración con el paisaje, la geometría irregular de la cubierta, de seis caras, se desplaza ligeramente hacia la montaña.
Ahorro de energía
Distribuida en una sala de estar, una cocina, tres dormitorios, un estudio, dos baños y varias salas de servicio, la casa se organiza en un único nivel, exceptuando los dos dormitorios infantiles, que aprovechan la doble altura. Toda la vivienda adopta altos estándares de ahorro de energía para mantener bajos costes de mantenimiento durante todo el año, con calefacción por suelo radiante e iluminación led. Durante los meses de verano la casa se enfría de forma natural, gracias al sistema de ventilación cruzada que permite que el aire frío procedente del arroyo que fluye por la linde occidental de la parcela atraviese toda la vivienda.
