Acero y vidrio nórdico
La firma nórdica Vipp, especializada en cocinas y baños, ha ideado un sólido refugio de acero, generosamente acristalado. Pensado para ser parte del paisaje del mismo modo en que lo es cualquier elemento natural que allí se encuentre, ha sido proyectado como un objeto de diseño total, en el que todas las decisiones, tanto constructivas como estéticas y espaciales, se han tomado de antemano.
Una pieza imperturbable, rotunda y sencilla, ajena en gran medida a la tecnología. En ella se encuentra el lugar de retiro perfecto, que para mucha gente debe encontrarse inmerso en un paisaje sereno rodeado de naturaleza. Este refugio tiene voluntad de formar parte del paisaje, no de adaptarse o integrarse a él, del mismo modo en que lo haría una piedra.
Pensado para ser móvil
Vipp puede instalarse donde se elija pero no está pensado para ser móvil. Se trata de un objeto de diseño, a la escala de la casa: «El objetivo no era hacer una casa o una casa móvil. Vipp tiene sus raíces en la fabricación de objetos industriales y queríamos concebir algo diferente; una vía de escape de la vida moderna en forma de un objeto diseñado hasta el último detalle, donde la única opción que queda para el cliente es dónde ponerlo», comenta Morten Bo Jensen, jefe de diseño de Vipp.
55 metros cuadrados
El comprador de Vipp Shelter adquiere un diseño en el que ya se han tomado de antemano todas las decisiones tanto de concepto como estéticas. Los diseñadores e ingenieros de la casa Vipp han tomado las decisiones en base a unos requisitos de concepto y construcción que el usuario hace suyos.
Todo forma parte de una misma pieza, desde la piel exterior hasta la cocina con todo su mobiliario, las lámparas, estantes, en fin, absolutamente todo. El espacio del habitáculo es de 55 metros cuadrados, conformado por una sencilla y sólida estructura en dos plantas y construida en acero, material que los ingenieros de Vipp conocen a la perfección.
Techo acristalado
En el primer piso se encuentran la sala de estar y la cocina y una habitación. En el segundo están tanto el baño como otra habitación, que cuenta con un techo acristalado que, en las noches estrelladas, evoca el dormir al raso. Y esta sensación de contraste entre intemperie y resguardo la tenemos en gran parte de la casa pues la techumbre es acristalada.
«Si tienes frío, el refugio se calienta con la chimenea, cuya situación central ayuda a distribuir el calor. En verano, las ventanas enfrentadas crean condiciones de aire acondicionado natural. Si la casa si sitúa en bosques de hoja caduca, las hojas servirán como protección del sol en los meses de verano. En el invierno, cuando los árboles pierden sus hojas, el exterior negro del edificio absorbe la luz solar y, con la chimenea, se reduce el consumo de combustible «, explica Morten Bo Jensen, diseñador jefe de la firma.
PERFECTO