«La propuesta hace hincapié en la conexión entre el interior y el exterior, utilizando diferentes espacios verticales y convergentes para romper con el estilo de vida horizontal».
El talentoso arquitecto y diseñador chino Yu Jui Chang (fundador de Soar), nos tiene muy bien acostumbrados. Sus trabajos son siempre una celebración de la función, la forma, el riesgo y el buen gusto y, Wild House no podía ser la excepción.
Los 760 m2 construidos —en cuatro alturas— bien podrían ser un problema para manos inexpertas pero este, por supuesto, no es el caso. Ubicada en los montañosos suburbios de Taiwán, la propuesta de Chang destaca por el acertado uso de la madera al natural, sin caer en la rusticidad, y el contraste «industrial» generado gracias a la implementación de estructuras de acero desnudo. Una vez más Chang y los suyos han decidido convertir la escalera en un elemento cuasiescultórico a partir del cual, todo el ecosistema se hace y se deshace. Brillante.
«Haciéndonos fuertes en las vistas de la montañas, la propuesta hace hincapié en la conexión entre el interior y el exterior, utilizando diferentes espacios verticales y convergentes para romper con el estilo de vida horizontal, e insertando un sentido más completo de la naturaleza, creando un espacio más fluido y diverso para facilitar las sinergias humanas», comenta Chang.
¿El detalle? Difícil decantarse por solo uno pero puestos a elegir seguramente sea la incorporación de aberturas orgánicas, una decisión que aporta fluidez a las líneas maestras y agranda el abanico de recursos de Chang.