Castro, un apellido tan latino, no podía pasar desapercibido dentro del panorama internacional de la arquitectura. Pero, más que por sus orígenes, esta argentina destaca por su revolución estructural y, por ende, material. Parece que esta ganadora del Young Architect of the Year Award (2002) no contempla la premisa de «ya está todo dicho» a la hora de iniciar, desarrollar y concluir un proyecto. Observando sus numerosas creaciones, queda claro que Eva Castro, junto a su colega Holger Hehne, profundiza antes en el concepto que en el espacio. Apuesta por un dinamismo galvanizado y un pragmatismo férreo que despiertan la atención a primera vista, para, momentos después, suscitar gran admiración. De hecho, su obra se aleja de cualquier debate: la aprobación por parte de doctos y usuarios es unánime. Y para quien no la conozca, quizás esta entrevista le ayude a apreciar todo su potencial creador.
Maqueta de los pasillos de la planta cuarta del Hotel Puerta America. Madrid.
En su última obra que hemos visto publicada, los bocetos de los pasillos y habitaciones de la cuarta planta del hotel Puerta América en Madrid, se intuye una aproximación al espacio bastante intuitiva tanto para usted como arquitecto, como para el usuario que se ha de hospedar en el hotel. Muchos teóricos abogan por la indefinición por agotamiento de los recursos formales que definen áreas y funciones. En ese sentido, ¿qué finalidad adquiere en sus obras el uso de recursos estilísticos o intelectuales como son la aplicación del color o la distorsión formal? ¿Cree necesario proponer una nueva iconografía y ampliar la semántica de la arquitectura?
No estoy segura de haber entendido su pregunta correctamente. Por ejemplo, usted menciona que muchos teóricos abogan por la indefinición por agotamiento de los recursos formales que definen áreas y funciones… Yo preferiría decir que, en nuestro caso, estamos actualmente interesados en la producción de espacios no-preceptivos; espacios indefinidos, sin una normativa de uso, en los que se da «sitio» al usuario para desarrollar sus propias actividades, permitiéndole así establecer una relación más visceral con su propio entorno. Nuestro trabajo se alinea con la idea de que en el desarrollo de lo desconocido, en la decodificación de espacios a partir de cualquier noción preconcebida, yace un potencial enorme para ambos, liberando al usuario de la rutina de una serie de acciones predeterminadas y generando nuevas configuraciones espaciales capaces de responder de forma más flexible a las condiciones actuales de vida y trabajo. Desde este punto de vista, nuestra obra se sitúa precisamente en la corriente opuesta a la de los arquitectos que aún se preocupan por la iconografía y la semántica.
Maqueta de los pasillos de la planta cuarta del Hotel Puerta America. Madrid.
He leído que, desde un punto de vista no sólo teórico sino también social, pretende dotar a sus proyectos de una carga crítica que cuestione los límites entre las esferas pública y privada. Trabajar en una arquitectura que refleje y contenga los patrones de una sociedad contemporánea repleta de contradicciones, una arquitectura no a escala humana sino a escala de las necesidades humanas. A grandes rasgos, ¿qué estrategias desarrolla para unificar elementos dispares en un entorno coherente?
Nuestra arquitectura no necesariamente intenta reflejar y contener las contradicciones de nuestra sociedad; creo que preferimos tratar de establecer un diálogo a través del cual podemos cuestionar ciertas convenciones de nuestro entorno. En este sentido, nuestros diseños buscan desarrollar nuevas formas emancipadas de relacionarnos con nuestro contexto. Muchos de los diseños se están desarrollando a partir de estrategias esquemáticas que producen permeabilidad, continuidad y conectividad. Estos patrones se ven complementados por estrategias de diferenciación y también por áreas genéricas. Nuestro objetivo es crear una combinación adecuada de determinación / intensidad de experiencia con flexibilidad y transparencia allí donde sea importante.
Maqueta de los pasillos de la planta cuarta del Hotel Puerta America. Madrid.
Para sus presentaciones al cliente utiliza la representación digital. Imagino que es una manera más clara y eficaz de comunicar sus ideas y de mostrar aspectos intangibles e intrínsecos a la tridimensionalidad, como son la luz o la reflectabilidad. ¿Esta aplicación de las nuevas tecnologías es fundamentalmente una herramienta de seducción?
A pesar de lo útil que resulta poder mostrar conceptos de forma tridimensional, bajo ciertas condiciones lumínicas y con ciertos materiales específicos, consideramos que la mayor parte de la gente se está cansando de estas imágenes virtuales. Ha llegado la hora de utilizar la tecnología como una herramienta para mejorar el espacio urbano, la arquitectura y la interacción social.
Proyecto presentado al Concurso Biomedical Research Center. Giessen, Alemania. 2003.
¿Le permite experimentar?
Sí. Existen menos límites a lo que se puede probar y lo que se puede hacer. La mayor parte de nuestros proyectos no se podrían diseñar ni construir sin medios digitales.
Hotel Cristall, Sesto, Italia, 2003 (fachada).
¿Le ofrece, pues, la posibilidad de sobrepasar los límites de los métodos tradicionales del diseño y la producción espacial?
Consideramos que los productos generados en una sociedad están parcialmente informados por las herramientas utilizadas en su creación y los mecanismos / sistemas de producción disponibles a mayor escala. Desde este punto de vista, los aspectos que nos interesa explorar en la arquitectura se ven facilitados e informados por las nuevas tecnologías. A nivel práctico nos permite realizar un mayor número de pruebas tridimensionales y, lo que es más importante aún, conduce a un proceso de diseño que admite la incorporación continua de nuevas variables, contribuyendo así a crear formaciones con el potencial de operar a partir de condiciones más complejas.
Hotel Cristall, Sesto, Italia, 2003 (plano).
Hotel Cristall, Sesto, Italia, 2003 (sección).
En sus obras el desarrollo del espacio se traduce en un imaginario formal carente de ornamentación superflua, inspirado en atmósferas que participan de una virtualidad alejada de una representación fenoménica. Lo que también podría ser interpretado como una alteración de la forma y la intención originales… ¿Forma versus función?, ¿qué papel juega en sus proyectos el elemento sorpresa?
Nos gustaría creer que en nuestras obras, la función permanece arraigada al resultado final. No obstante, consideramos que lo funcional también comprende lo sensual, lo fenomenológico e, incluso, los elementos «antiracionales» (ciertos planos que no son ni horizontales ni verticales pero que son indispensables para entender la idea global del edificio como una superficie curva continua (Silversmih); variando la dimensión y la forma de los pasillos con objeto de crear distintos vacíos exteriores (Mozarteum). Algunas veces la función es conseguir que la gente se detenga y se percate del espacio, de su cuerpo, y descubra la coreografía de relaciones entre ellos. Para nosotros, la forma y la función no son entidades diferenciadas sino plenamente entrelazadas.
Estructura de acero para un espacio de 120 metros cuadrados en Londres.
Esa virtualidad, que pienso que no deberíamos tachar de onírica, manifiesta una poética en el lenguaje que parece derivar de una fascinación por la geometría. ¿Utiliza este efecto espacial como herramienta emancipadora, que no dependa en exclusiva de las claves intelectuales o culturales provenientes del imaginario colectivo para que cada usuario pueda reconocer el espacio de forma individual?
Exactamente, ¡es probable que lo haya expresado mejor de lo que lo hubiéramos hecho nosotros! Esto vuelve a nuestra intención de producir espacios decodificados carentes de ideas preconcebidas o instrucciones preasignadas con objeto de salvar diferencias intelectuales y culturales mediante el desencadenamiento de una relación entre el usuario y el entorno basada en un nivel cognitivo. Creemos que este tipo de relación con el entorno circundante es más exigente, ya que requiere no sólo de nuevas lecturas, sino en última instancia de una apropiación y ocupación del espacio, pero al hacerlo, también promueve un compromiso y un conocimiento más activos e intensos de nuestro ambiente.
Estructura de acero para un espacio de metros cuadrados en Londres.
Para terminar, ¿por qué Plasma? Es una palabra que en castellano adopta muchos significados e incurre en una amplia gama de asociaciones… Intuyo que también tiene una finalidad poética.
A diferencia de arquitectos más tradicionales, quienes suelen trabajar partiendo de la proyección de su propia imagen, comenzando con sus apellidos + asociados, socios, etc., quisimos cambiar el énfasis del liderazgo personal a una descripción más verdadera del colectivo dentro del estudio. También era esencial encontrar un nombre que describiera la forma en la que operamos, la metodología de trabajo de Plasma. El término, derivado de la física, el estado de plasma –o el cuarto estado de la materia– describe una condición especial de la materia que surge de una compleja superposición de fuerzas externas. De esta forma, procuramos desarrollar nuevos procesos globales y receptivos de diseño que son utilizados en proyectos de distinto tipo y escala.
Estructura de acero para un espacio de metros cuadrados en Londres.
Estructura de acero para un espacio de 120 metros cuadrados en Londres.
Artículo publicado en Experimenta 51.
