Vitaminas, sales, aminoácidos, cafeína y un ingrediente secreto
Algo que caracteriza el diseño de las marcas de bebidas, es la creatividad. Y, cuando la bebida está destinada a públicos jóvenes y tiene alguna característica fuera de lo común, los diseños son aún más diferenciales. Este es el caso de 20/20 del diseñador griego Panos Tsakiris, una bebida ficticia que ayuda a mejorar los efectos de la resaca de alcohol gracias a su mezcla de vitaminas, sales, aminoácidos, cafeína y un ingrediente secreto. 20/20 es el proyecto que Tsakiris realiza como propuesta para un concurso con el objetivo es desarrollar la marca y el packaging de una supuesta compañía, Riley & Riley Ltd.
Una identidad minimalista
Para el diseño de Riley, la marca corporativa, Tsakiris se inspira en los efectos que el alcohol provoca en nuestra visión y en cómo nos hace ver de forma borrosa. Bajo esta idea, el diseñador potencia el concepto de la distorsión óptica usando la superposición de letras y creando un efecto que va desde lo borroso a lo nítido. La simplicidad de la tipografía sans serif elegida y el binomio blanco y negro centran la atención en el juego tipográfico.
Envases con efecto “visión completa”
Con alcohol en sangre el sentido de la vista puede quedar distorsionado pero supuestamente al ingerir esta bebida nuestro organismo se recupera y la visión vuelve a ser completa y normal. De este argumento nace el nombre de la bebida ya que 20/20 hace alusión al término oftalmológico que define «la visión completa y normal». Aunque no sabemos si en realidad esto es posible, lo cierto es que la elección del naming es muy original, no solo por el concepto médico en el que se basa, sino también porque todos sus caracteres son números, lo que es poco común ya que la mayoría de marcas evitan los números en sus nombres.
Botellas transparentes
Para el envase, Tsakiris utiliza botellas transparentes de formas sencillas y aplica en ellas los elementos gráficos mínimos. Por este motivo, la botella de 20/20 llama la atención por su atractiva sencillez. Además hay otro detalle original en su diseño. En la botella, el nombre se divide de tal manera que, en la parte frontal, encontramos un «20» y, en la parte trasera, otro «20» pero, en este caso, con un efecto borroso. La aportación del diseño es que, cuando el líquido de la botella comienza a bajar, los números de la parte trasera empiezan a verse más claros y nítidos. Así, se expresa el concepto de que al tomar todo el contenido de la botella, el cuerpo se hidrata absorbiendo los ingredientes necesarios para que comiencen a remitir los efectos de la resaca.
Sobre el packaging
Este proyecto de packaging se completa con una caja portabotellas para seis unidades que utiliza también el código de color blanco y negro para potenciar, de nuevo, el minimalismo del diseño. En general, la neutralidad del trabajo de Tsakiris es protagonista y así, se consigue enfatizar el propósito del producto.
La diferenciación y la originalidad son fundamentales a la hora de plantear un diseño de packaging y, mucho más, cuando el producto es especial —como es el caso de 20/20—. El motivo es la enorme competencia entre productos que existe hoy en el mercado y la gran dificultad para que un nuevo producto triunfe y se haga un hueco entre los gustos de los consumidores.
Por todo ello, este proyecto es un buen ejemplo de diseño de pack por ser adecuado para el producto, diferencial y con unas claras reminiscencias minimalistas que siempre resultan atractivas.