Las contradicciones de una clase política sumisa a los intereses del poder económico han provocado que el ciudadano salga masivamente a las principales plazas de las ciudades españolas reclamando, entre otras cosas, una ruptura del bipartidismo, una criba de los políticos corruptos, y especialmente una mayor participación en la toma de decisiones. El diseño gráfico también aspira a compartir sus responsabilidades cívicas en la llamada revolución del 15M.
La banca gana, con clara referencia al símbolo de los dos partidos españoles mayoritarios, Javi Valdés (Flickr), #GraphicSpanishRevolution, 2011.
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“En el grupo hay más inteligencia que en los miembros más inteligentes del grupo”. Con estas palabras el periodista americano James Surowiecki describe el funcionamiento de la sociedad del siglo XXI. A partir de ahora, la masa como sujeto colectivo estúpido y voluble a los intereses de la autoridad desaparece a favor de una masa crítica y más inteligente que el individuo.
La llamada revolución del 15M es un ejemplo palpable de la influencia de la ciudadanía como nuevo agente de cambio. La heterogeneidad de las posturas aún hace incompatible su aplicación real; sin embargo, los procesos de descentralización que experimenta actualmente el movimiento están permitiendo una síntesis más efectiva y crítica de las ideas planteadas.
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Yes we Camp, Anónimo, Voces con Futura, 2011.
Basta con echar un vistazo a la muchedumbre que todavía se agolpa en la plaza de Sol para comprobar que algo ha cambiado: las monótonas consignas impuestas a los ciudadanos por los poderes convocantes de las manifestaciones al uso han dejado lugar a un explosión de mensajes populares en los que, ante todo, prima una creatividad desconocida para los gurús de los gabinetes de comunicación. La gente ya no se acoge a un eslogan, sino que crea sus propios eslóganes.
Diego Mir, Voces con Futura, 2011.
El diseño gráfico reclama también su papel político dentro del movimiento. Sin embargo, las formas de participación son diferentes a la norma clásica y van acordes con el espíritu de la movilización: voluntariosas, asamblearias, descentralizadas, anónimas, reflexivas. Una de las propuestas más interesantes es Voces con Futura. El proyecto, cuyo nombre hace un guiño a la tipografía del mismo nombre, nace de la colaboración desinteresada de una serie de diseñadores que cuelgan sus creaciones en el portal Tumblr. El objetivo, “que el ruido sea cada vez más insoportablemente bonito”. La página web invita además a todo aquel que lo desee a modificar los diseños: la idea es facilitar el intercambio libre de ideas, la remezcla y apropiación de iconos ya existentes.
Otra propuesta es la de surge de #GraphicSpanishRevolution, una etiqueta de Flickr en el que se agrupan las creaciónes de todo aquel que quiera aportar su granito de arena al activismo gráfico. La filosofía DIY (Do It Yourself o Hazlo tu mismo) ha evolucionado en el DIWO (Do It With Others o Hazlo con otros). Las redes sociales sirven como punto de encuentro virtual en el que diseñadores profesionales y amateurs ceden sus creaciones con el fin de que sean utilizadas por todo aquel manifestante que lo desee.
Javi Valdés (Flickr), #GraphicSpanishRevolution, 2011.
Si es democracia participativa, déjame participar, Anónimo, Voces con Futura, 2011.
#GraphicSpanishRevolution, Isusko Artabe (Flickr), #GraphicSpanishRevolution, 2011.