La escena artística londinense cuenta con un nuevo proyecto, The Line, un itinerario de esculturas contemporáneas al aire libre que atraviesa el barrio este de la capital británica, desde el Millennium Dome hasta el parque olímpico Queen Elizabeth. The Beautiful Meme —agencia creativa afincada en York (Inglaterra)— se ha encargado del diseño de marca y de la identidad visual, que ha desarrollado alrededor del tema del viaje como universal antropológico.
Sistema gráfico de The Line, The Beautiful Meme, 2015.
Ideado por la marchante Megan Piper y el experto en regeneración urbana Clive Dutton, con la colaboración de un equipo de artistas, críticos y curadores de la talla del escultur Mark Wallinger y del histórico de arte Richard Cork. The Line cuenta a día de hoy con nueve esculturas de autores de renombre internacional, cuales Martin Creed, Damien Hirst, Thomas J. Price, Antony Gormley y Eduardo Paolozzi; aunque el objetivo de los responsables del proyecto es llegar hasta las doce obras.
El trayecto, una galería de arte contemporáneo dinámica y al aire libre, recorre los casi cinco kilómetros que unen los dos extremos del East London y, básicamente, sigue la línea del meridiano de Greenwich.
La identidad diseñada por el estudio creativo The Beautiful Meme —fundado en la ciudad de York por Tom Sharp y Ben Haworth— desarrolla el tema del viaje como movimiento físico, espiritual y simbólico, motivo constante en la historia de la humanidad desde sus primeros ancestros. El sistema gráfico, además, se inspira en el concepto de “líneas ley”, alineaciones de megalitos, construcciones primitivas y lugares de interés histórico-geográfico descubiertas alrededor de 1920 por el arqueólogo Alfred Watkins.
“A partir de este concepto —explica el director de arte de la agencia, Ben Haworth— hemos buscado un logotipo que pudiera aparecer con la misma facilidad en un árbol o en una roca así como en la página web o en la señalización del proyecto”, y pensado, por lo tanto, como un puente entre lo primitivo y lo contemporáneo. La solución encontrada por el estudio consiste en una estilización del itinerario artístico creada a partir de los propios carácteres del nombre, cuyas líneas horizontales y verticales se alargan y se unen.
La tipografía empleada nace de un trabajo de personalización de la fuente Aktiv Grotesk del sistema Dalton Maag, creado por el diseñador suizo Bruno Maag. Las imágenes que constituyen el fondo de los manifiestos, de la página web y de la papelería, en cambio, son el fruto de la colaboración con Heretic, estudio londinense especializado en ilustración y en técnicas experimentales de imprenta. Grabadas a partir de veinte fotografías de distintos puntos de The Line, las imágenes buscan simbolizar la variedad de obras y paisajes que conforman el proyecto y el cambio continuo que todo viaje verdadero conlleva.