El necesario ensayo de la reconocida fotógrafa retratista argentina Alejandra López, junto al estilismo de Jorge León, en contra del racismo.
Me atrevo a decir que muchos profesionales argentinos de distintos ámbitos –actores, músicos, escritores (me incluyo) esperamos con ansias nuestro momento de ser capturados por su lente mágica.
Su increíble ojo y empatía sin límites logran la alquimia en sus bellísimos retratos porque como ella explica “su mejor paisaje son las personas”. Es por eso que no es casual que la sensibilidad de Alejandra López, una de las fotógrafas argentinas más emblemáticas y reconocidas (su currículum es imposible de resumir en estas líneas porque lo ha hecho casi todo para libros, teatro, cine y revistas) la llevaran a pensar en esos que su cámara pocas veces registra (vale aclarar que tiene una extensa carrera para medios gráficos).
De ahí que se decidiera a encarar este ensayo “Belleza Marrón”, con el estilismo de otro grande, Jorge León (de abultado currículum también él en medios gráficos, agencias y marcas), que serán expuestas hasta el 2 de julio, en el Centro Cultural Borges de Buenos Aires, Argentina.
Entre los dos, se propusieron utilizar toda la aparatología que se emplea para los modelos hegemónicos –maquillaje, peinado, accesorios, luces- en pos de las excluidas.
“Este ensayo se propone combatir imágenes con imágenes. Contra el negacionismo, que sostiene que en Argentina no hay racismo. Contra la invisibilización, que sostiene que Argentina es blanca y viene de los barcos. Contra la idea naturalizada de que la única belleza posible y, como tal, representada en los medios, es blanca y europea.
Nos preguntamos: ¿qué pasa cuando fotografiamos a las mujeres y diversidades marrones como sujetos de belleza, utilizando los mismos dispositivos que dichos medios poseen? ¿Podemos empezar a mirar por fuera de los estereotipos hegemónicos que consumimos cotidianamente?”, adelanta López.
A lo que León suma: “Uno está siempre atravesado por el modelo de belleza hegemónico. Lo blanco y rubio es sinónimo de lindo. Uno cree que está deconstruido. Personalmente vengo desandando este camino, sobre todo a partir de mi trabajo con la rapera Cazzu donde ella me enseña, sin darse cuenta, a que tenga una mirada diferente. Yo vengo haciendo ese trabajo, pero obviamente a veces se pueden derribar esos cánones y otras veces no ya que uno trabaja con agencias, medios, empresas. Por eso es tan importante esta iniciativa de Ale a la que me sume encantado”.
Así, este trabajo se propone celebrar la belleza marrón y militar por la deconstrucción de un canon ajeno a una Argentina en la que más de la mitad de la población tiene antepasados indígenas. El mismo fue realizado en colaboración con la agrupación Identidad Marrón, colectivo antirracista integrado por personas marrones –indígenas, campesinos migrantes- que viene trabajando desde 2019 en reivindicar el color de la piel, los rasgos y la ancestralidad como una identidad política.
“El futuro es marrón, y es ahora. Somos la generación que cuestiona el mito de la Argentina blanca, tanto para dentro del país como para el exterior que tiene una fantasía sobre nuestra nación, nuestra identidad y desconoce el gran porcentaje de personas marrones de ascendencia indígena que habitan estos suelos antes de la creación del estado nación”, suman desde la organización. La invisibilización es un efecto del racismo estructural que luchamos por erradicar. Por eso, estas fotos pretenden habilitar una posibilidad. Las personas marrones podrían estar en la portada de revistas, hablando y construyendo narrativas, sin embargo esto es una realidad lejana a los equipos creativos, agencias, y productoras encargadas de generar imágenes y obras audiovisuales. Cuando pensamos en lo bello en la publicidad, la industria audiovisual, las revistas y los medios de comunicación, encontramos una sobrerrepresentación de personas cuyas características suelen ser las mismas: blancas, delgadas, y de ojos claros. Una suerte de aspiración de un ser nacional que sólo representa un sector de la sociedad. No hace falta caminar una calle para saber que argentina no es blanca, pero ¿Dónde están los marrones-indígenas en Argentina?
¿Por qué permitimos que la belleza esté únicamente vinculada a los cuerpos blancos?
Sabemos que las personas marrones de ascendencia indígena son una realidad, forman parte de la historia y de la construcción de este país. Pero la representación de nuestras vidas marrones como protagonistas de historias, disfrute, goce, belleza son inexistentes.
Existen modelos, actrices, artistas marrones en Argentina, ¿Por que cada vez que se exponen son sometidas a violencia, racismo y odio en redes sociales?”. Y rematan:
“El antirracismo es acción. El futuro es antirracista y ha llegado para quedarse y no desaparecer nunca más. Creemos en un compromiso colectivo real para avanzar hacia esos espacios, esas representaciones, narrativas e ideales que dejaran de ser el futuro y hoy se convierten en acción”.