La vida, al igual que el chocolate, también puede ser amarga. El joven diseñador canadiense Miguel Molina ha creado el packaging de The Bitter Chocolatier, un fabricante de lujo del derivado del cacao, en el que se combina el humor con una presentación inspirada en el diseño tradicional.
Tarrina de chocolate, Miguel Molina, The Bitter Chocolatier, 2011.
The Bitter Chocolatier es una compañía chocolatera canadiense cuya imagen corporativa recurre a las experiencias personales que han marcado negativamente al creador de la marca, entre ellos descepciones amorosas o fracasos escolares que cuenta en las etiquetas de los envases.
Logo de The Bitter Chocolate, Miguel Molina, 2011.
Miguel Molina, un diseñador recién graduado por la Universidad de Capilano en Vancouver (Canadá), ha ideado un packaging con el que busca crear una imagen que involucre emocionalmente al consumidor y así se diferencie de los productos de la competencia. “La imagen elegante contrasta agudamente con su humor irónico. Burlándose de sí mismo, The Bitter Chocolatier narra sus desgracias personales a través de sus diferentes variedades”.
Etiqueta de la tarrina, Miguel Molina, The Bitter Chocolatier, 2011.
Etiqueta de la tarrina, Miguel Molina, The Bitter Chocolatier, 2011.
Pese a la importancia gráfica de las etiquetas, con una "estética próxima a la de principios del siglo XX", Miguel Molina ha querido dar relevancia visual al chocolate contenido en el recipiente y presentar un packaging transparente en el que el consumidor puede apreciar la calidad del cacao.
Tarrinas de chocolate, Miguel Molina, The Bitter Chocolatier, 2011.
Sobres de chocolate, Miguel Molina, The Bitter Chocolatier, 2011.
El diseño de Molina ha recibido el premio al major trabajo de estudiante de las regiones de Yukón y la Columbia Británica del Regional Design Award 2011 de Canadá.
Bocetos de los diseños, Miguel Molina, The Bitter Chocolatier, 2011.