¿Puede el diseño gráfico incluir a los no videntes?
Desilusionado con las opciones de comunicación para personas invidentes que existían a comienzos del siglo XIX, Louise Braille (quien había perdido la visión a los tres años en un accidente) decidió desarrollar su propio sistema de escritura táctil. Así, el Braille (como se conoció este sistema) se convirtió desde su creación, en 1829, en el método de lectoescritura para no videntes predominante. Pero lejos de la perfección, el Braille es un sistema con varias inconsistencias: por una parte, resulta incomprensible para la población vidente y, a su vez, tan sólo un 10% de la población con discapacidad visual logra leerlo fluidamente, ya que su aprendizaje precisa años de práctica. Por eso, aún hoy, casi 200 años después de su surgimiento, muchos diseñadores y entusiastas siguen intentado corregir algunas de las debilidades del Braille (llegando incluso a proponer sistemas alternativos), en la búsqueda de un método de lectoescritura más universal.
Braille Neue, una tipografía de Kosuke Takahashi
El diseñador gráfico japonés Kosuke Takahashi ideó una versión ampliada del Braille, bautizada como Braille Neue, que combina las letras regulares del alfabeto con los puntos de relieve característicos del sistema Braille, resultando así legible también para personas sin problemas de visión. La mayor inquietud de Takahashi era que el Braille fuera incluido también en la señalización a gran escala del espacio público. Por ello, en su tipografía colocó los puntos táctiles sobre los caracteres y letras existentes, fusionando así los sistemas de lectoescritura. Según señala el diseñador, sólo se necesitaría un ligero ajuste en la señalización existente, para que las personas con discapacidad visual pudieran ser capaces de comprender también estas indicaciones. Takahashi desarrolló dos versiones de su tipografía: Braille Neue Standard, para el alfabeto inglés y Braille Neue Outline, que se puede utilizar tanto para el alfabeto japonés como para el inglés. Aunque aún se encuentra en fase de desarrollo, el diseñador espera poder implementar esta tipografía en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.
Blind Words, el proyecto de fin de estudios de Nuria López
No han sido pocos quienes se embarcaron en el desafío de combinar el alfabeto Latín y el Braille antes que Takahashi. Blind Words, por ejemplo, fue uno de los proyectos que el diseñador nipón tomó como referencia para el desarrollo de su tipografía. Se trata de un trabajo presentado, en 2016, por la diseñadora jereza Nuria López (también conocida como Srtaserifa) como proyecto de fin de estudios en la Escuela de Arte de Jerez. Partiendo de la pregunta sobre si el diseño gráfico es restrictivo para personas invidentes, Nuria quiso poner a prueba el potencial de esta disciplina para traducir y transmitir información a través de la fusión de ambos alfabetos. Así, combinando los seis puntos y las medidas dadas para el Braille, la joven diseñadora logró crear una cuadrícula que integra también al alfabeto latino. El resultado final fue el desarrollo de una galardonada tipografía modular, capaz de ser interpretada en ambos sistemas.
Elia Frames, un nuevo sistema táctil y visual
Elia Frames, de Andrew Chepaitis, es un proyecto mucho más disruptivo que los anteriores, que quiere aprovechar la tecnología táctil para crear un nuevo sistema, más intuitivo y universal que el Braille. El diseño original fue creado por la madre de Andrew Chepaitis en 1987. Pero fue él quien, con la ayuda de profesionales dio forma final a la idea. Cada símbolo en Elia Frames posee un marco exterior (círculo, cuadrado, casa): los círculos bordean los grupos de letras A-D y O-S; los cuadrados se utilizan para los grupos E-N y T-Z; y la forma de casa se usa para los números. Las formas de los marcos imitan el alfabeto romano (O, P y S son curvilíneas pero X, Y, Z son cuadradas), además de ayudar a distinguir diferentes segmentos del abecedario. El producto final es una serie de pictogramas elevados que se ven (y sienten) como versiones estilizadas y en bloques del Latín. Recientemente, con una campaña de crowdfunding en Kickstarter, Elia Frames logró recaudar los fondos para crear su propia tecnología de impresión.