Cambiar la percepción de la marca desde el packaging
El estudio sueco BVD, fundado en 1995 por las diseñadoras Carin Blidholm Svensson y Catrin Vagnemark, firma un fantástico proyecto de packaging ideado para, nada más y nada menos, que Vitra, la centenaria marca suiza de mobiliario de diseño.
Enmarcado en una serie de acciones comerciales y de expansión de la compañía, el nuevo packaging debía, ademas de ayudar a diferenciarse de la competencia, conseguir reposicionar la marca con respecto a sus propios diseños. En efecto, un estudio previo había arrojado —para sorpresa de todos— que a menudo, el rotundo éxito de las piezas «opacaba» a la marca en sí misma. ¿Pero cómo mejorar lo que ya funciona? El equipo de BVD, con Carin Blidholm Svensson a la cabeza, optó por la austeridad, ya sea de elementos, de colores, de composiciones o de materiales, para construir un sistema potente y elegante sin salirse de los corsés presupuestarios.
El primer acierto fue redefinir la jerarquía de los etiquetados, ahora la marca (en un peso por encima de la media) brilla en la cima de cada composición. Le sigue el producto, el autor y cierra con la fecha de creación, un detalle que habla de la longeva historia de uno de los pilares del diseño internacional.
Otro gran detalle fue el de incluir en algunos casos una breve y delicada pieza editorial para describir la historia del producto y especificaciones, una acción que contribuye positivamente a la experiencia del llamado unboxing.
Para terminar, las ilustraciones. Sin duda el rasgo más interesante, al menos desde el punto de vista estético, de la propuesta BVD. Monocromaticas, «desgastadas», diáfanas,… cada uno de esta suerte de estampados patinados consigue revalorizar el paisaje gráfico del proyecto. «En general, todo el concepto es una celebración de la artesanía, la alta calidad y la simplicidad», comenta Carin Blidholm Svensson.