Shura Klimova, Onoitoe Yang, Kah Yen Chua, Su Park y Zoe Schneider
Si bien en términos generales el packaging de medicamentos y otros insumos relacionados con el cuidado de la salud está poco o nada explotado, probablemente el de condones sea el que, al menos estéticamente, peor se encuentra. En este artículo hemos reunido cinco proyectos que además de inspirarnos por su ejecución, composiciones y belleza inherente, nos muestran algunos de los tantos caminos que este particular sector de la industria podría tomar. Potentes, inspiradores, necesarios.
Jojo, de Shura Klimova
La diseñadora gráfica moscovita Shura Klimova es la autora de Jojo, una sofisticada propuesta que se alimenta y se hace fuerte a partir de la implementación de elementos propios de movimientos estilísticos como Memphis o ciertas etapas creativas de inmortales como Mondrian. En celdas fuertemente delimitadas, las composiciones se suceden sin esfuerzo, en un notable balance entre forma y función. Con una paleta potente, de contrastes, apuntalada con tipografías robustas, Klimova consigue trasmitir las características de cada producto con un notable buen gusto. Bravo.
Bong!, de Onoitoe Yang
Bong! es un refrescante proyecto obra de la diseñadora gráfica china Onoitoe Yang en el que las composiciones, aparentemente caóticas, utilizan ilustraciones de frutas y hortalizas para proyectar una imagen de marca diferente pero cercana. En cajas cúbicas o prismáticas, Yang ha conseguido completar un paisaje visual desenfadado y pregnante.
Ono, de Kah Yen Chua
En Ono, la joven diseñadora china Kah Yen Chua, consigue componer una marca y todo un sistema gráfico a partir de la representación de un gallo. Efectivamente, basándose en un juego de palabras que solo tiene sentido en inglés (cock = pene), Chua va modificando este personaje para ilustrar las características de cada variedad: textura, tamaño, etcétera. El proyecto se completa con una iconografía y tipografía de rasgos flat que lo mejoran todos aún más. Simplemente brillante.
Top, de Su Park
La propuesta de la diseñadora canadiense Su Park es como poco, atrevida. En blísters en clave farmacéutica, los preservativos se exhiben como pastillas. La funda, de papel rústico con un austero etiquetado, destaca por el juego tipográfico que en colaboración con la iconografía, refuerzan la marca a la vez que explican las características del producto. Aunque el tamaño podría dificultar la portabilidad, se trata de una apuesta ciertamente original.
Blow, de Zoe Schneider
Y por último, un fabuloso sistema gráfico obra de la diseñadora estadounidense de Zoe Schneider. Creado a partir de una robusta y desenfadada tipografía, en la propuesta de Schneider conviven animaciones, juegos visuales y divertidos copies a partes iguales. Todo un despliegue de talento y creatividad. «Blow celebra la sexualidad y el cuerpo. Es burbujeante y naíf, lo que invita a un enfoque más alegre de un tema que a menudo se considera de mal gusto o privado. La tipografía se inspiró en las texturas y formas que se encuentran en los juguetes sexuales, así como en la anatomía humana», comenta Schneider.