La empresa francesa Imprimerie du Marais, que desde hace cincuenta años se dedica a la impresión tipográfica de alta calidad, ha invitado a ocho agencias de diseño gráfico y editorial de todo el mundo a participar en la creación de una edición limitada de cuadernos de notas. El proyecto Notebook II está dirigido por el estudio alemán Deutsche & Japaner y se ha realizado con la colaboración de Arjowiggins Creative Papers, empresa referente en la fabricación de papel.
Notebook II, Imprimerie du Marais, 2014.
Imprimerie du Marais nace en 1971 en la ciudad de París (Francia) con el propósito de prácticar y perpetuar los métodos artesanales de impresión tipográfica. Fundada en el barrio de Marais por Charles Przedborski y actualmente dirigida por su hijo, la empresa cuenta con veintiocho profesionales, especializados en las más vanguardistas técnicas de impresión. El objetivo que une todos sus trabajos es mantenerse lejos del estándar de la producción industrial y satisfacer la creatividad de los clientes.
El proyecto Notebook —ahora en su segunda edición— se presenta como una muestra tanto de los estilos gráficos de las agencias colaboradoras como de la experiencia de la imprenta francesa. De hecho, la colección de cuadernos es a la vez una colección de técnicas de impresión y encuadernación, como la serigrafía, la encuadernación cosida y el micro realzado, y de detalles de acabado, desde el laminado de oro cincelado hasta el gofrado esculpido.
“Detrás de cada cuaderno hay un estudio conocido por tener un enfoque muy característico”, comentan desde la imprenta. En el proceso de selección —durante el cual el estudio Deutsche & Japaner ha tenido un papel de primer plano— el criterio determinante ha sido el empleo creativo por parte de los diseñadores de técnicas de impresión.
Cada cuaderno propone soluciones estéticas muy distintas entre sí y reflejan una amplia variedad de tendencias. El proyecto del gráfico holandés Adriaan Mellegers se ha inspirado en los diseñadores pop art de los años setenta, mientras que el estudio mexicano Anagrama ha buscado integrar el arte de la impresión con los patrones del lenguaje tecnológico y computacional. “El diseño –subraya la agencia especializada en diseño de software– funciona como tributo a la complejidad y tecnicismo del proceso de impresión, un gesto que señala hacia la existencia de esta gloriosa forma de arte en decadencia”.
En sus proyectos, el estudio Bureau Mirko Borsche, afincado en Munich (Alemania), ha encontrado en la estética del cómic su principal fuente de inspiración y el estudio creativo danés Homework ha mirado hacia el núcleo del proyecto, experimentando con patrones tipográficos y técnicas de acabado (como por ejemplo efectos de relieve y capas de textura).
La agencia japonesa Ouwn ha participado en la colección con un “libro de magia” que recuerda los grimorios franceses de la Edad Media, mientras que el cuaderno de la francesa Partel Oliva propone la creación de una novela corta visual inspirada en el tema de la velocidad.
Finalmente, el estudio de diseño gráfico Present Perfect, afincando en Londres (Reino Unido), presenta en la portada de su cuaderno una pieza de oro que —aseguran los diseñadores— quiere “expresar la nostalgia de un pasado perdido”. También al pasado, aunque a un pasado mucho más lejano, mira el proyecto del estudio sueco Research and Development, cuyo cuaderno se presenta como una agenda que comienza con el Big Bang.