Diseño y Franquismo. Dificultades y paradojas de la modernización en España
¿Diseño y franquismo? ¿De qué estamos hablando con un título tan poco usual?
Experimenta Libros, junto a la Fundación Historia del Diseño (FHD) y el Museo del Diseño de Barcelona, presentan Diseño y Franquismo. Dificultades y paradojas de la modernización en España, una obra que nos propone descubrir parte de la génesis del diseño español contemporáneo, cuya semilla se sembró durante ese período histórico. Un libro que recoge diversos estudios que nos invitan a reflexionar acerca del porqué ciertas manifestaciones de modernidad pueden prosperar aún en condiciones adversas.
Para conocer más, entrevistamos a Isabel Campi, presidenta de la Fundación Historia del Diseño, y a Oriol Pibernat, editor y uno de los autores de esta obra.
Diseño y franquismo aborda una arista poco explorada en la revisión histórica de ese período, aquella que pone foco en el campo de la cultura y especialmente en lo que refiere al diseño, ¿cómo nace la idea de este libro?
Isabel Campi (IC): La idea del libro surgió después del simposio Diseño y franquismo que la Fundación Historia del Diseño organizó en 2018, en el Museo del Diseño de Barcelona (MDB) y cuyo propósito era incentivar la investigación sobre este tema. Fue después del simposio cuando nos planteamos hacer una publicación que no fuera una simple recopilación de las actas sino algo mucho más ambicioso: un libro que reuniera los mejores artículos sobre diseño y franquismo publicados en diferentes medios hasta el momento, que dibujara a grandes rasgos el panorama de la cultura bajo el franquismo y que hiciera un estado de la cuestión. Por suerte Experimenta Libros y el Museo del Diseño se interesaron por este proyecto desde el principio por lo que pudimos realizar el libro durante el problemático año de 2020.
Oriol Pibernat (OP): Se ha procurado que el libro hiciera más asequibles los contenidos, que de entrada eran trabajos de investigación. La organización interna, las presentaciones y los artículos de introducción contribuyen a ese propósito. La misma confección gráfica o las imágenes que acompañan facilitan entrar en los temas, que es de lo que se trata.
Ambos tenéis una larga trayectoria en la investigación y reflexión en el campo del diseño, ¿cuál fue el principal desafío al que os enfrentabais con este tema?
OP: Por lo que concierne al diseño, se trata de un campo de estudio incipiente. Especialmente si lo comparamos con otros campos como el de las artes plásticas, la arquitectura, la literatura, el cine, etcétera. De ahí que uno de los capítulos sea un estado de la cuestión o puesta al día de lo que se ha escrito hasta el momento. Ello pone en contexto las aportaciones del libro y nos obliga a pensar críticamente en lo que queda por indagar.
IC: Éramos conscientes de que nos adentrábamos en un territorio muy poco explorado y de que teníamos que poner la historia del diseño en España al día. La historia del diseño no es únicamente la historia del “buen diseño” sino también del contexto sociocultural y político de dicha actividad. La historia de sus éxitos y fracasos. Nos preguntábamos, ¿cómo era posible que durante el siglo XX los cronistas nos hablaran del diseño español durante los años del franquismo como si se hubiera producido en el vacío?
El subtítulo del libro es casi una declaración de principios y al mismo tiempo una síntesis del momento histórico vivido al referir a las “dificultades y paradojas de la modernización en España”. ¿Cuál creéis que ha sido el rol del diseño en este tránsito hacia la modernidad?
OP: Las dificultades durante el periodo franquista resultan evidentes: el retraso social y económico y un régimen con pulsiones reaccionarias y aislacionistas no eran un contexto propicio para el desarrollo cultural de la modernidad. Y las paradojas son diversas. De entrada, a pesar de lo anterior, el movimiento en pro del diseño prosperó y se dieron realizaciones significativas. Como se dijo en su momento, el franquismo venció, pero no convenció. Lo cierto es que se aprovecharon todas las fisuras del régimen para no perder completamente el pulso de la modernidad. Luego, tenemos que considerar las propias contradicciones en las que entró la cultura oficial, que fueron muchas. Por poner un ejemplo, el turismo y la modernización económica de los sesenta desestabilizaron las propias convicciones ideológicas que el primer franquismo había proclamado. En aquel desconcierto y enredo cultural y estético el diseño representó algo a lo que agarrarse. Un fenómeno minoritario, bien es cierto, pero que funcionó como la promesa de algo mejor.
IC: El diseño surgió durante el franquismo como una suerte de activismo cultural que se proponía modernizar la cultura material cotidiana y comunicativa del país y también, en la medida de lo posible, modernizar una industria muy poco innovadora basada en la copia de modelos extranjeros a veces ya caducados.
Se trata de una obra coral, con diferentes autores que tocan distintos tópicos, ¿cómo habéis definido la estructura de contenido?, ¿habéis establecido un hilo conductor alrededor del cual se han ido integrando los diferentes textos?
OP: Los artículos se han organizado por periodos que corresponden a décadas. Es lo más lógico y lo más comprensible. En realidad, no hubo un franquismo sino diversos franquismos. En el simposio al que refiere Isabel lo organizamos por temas y los debates resultaron algo confusos. Cuando hablamos de la España de los 50 hablamos de un país distinto al de la España de los 70. Lo mismo ocurre en relación con el diseño y sus búsquedas. En un periodo tan largo, lo único inamovible fue el caudillaje de un dictador. Y sí veo un hilo conductor que va trenzando los distintos periodos: a la vez que se va produciendo, a lo largo del tiempo, un debilitamiento cultural -que no político- del régimen, se van sucediendo y aumentando las iniciativas que confirman una recuperación de una vida civil en torno al diseño.
La Fundación Historia del Diseño (FHD) tiene desde hace tiempo el objetivo de visibilizar el trabajo de los historiadores en esta disciplina, a través de diferentes actividades —conferencias, seminarios, muestras—, ¿qué significa para vosotros la publicación de este libro?
IC: Con este libro nos planteamos hacer una publicación lo más rigurosa y exhaustiva posible que tocara temas tan variados como el mobiliario, los productos, la gráfica, la moda y, porque no el humor y la cultura del ocio. Sin embargo, nuestra intención ha sido ir más allá del lector especializado en diseño para llegar a públicos más amplios interesados por la historia de la cultura en nuestro país.
El título de la obra tiene un significado de gran potencia. En su enunciado, se compromete, pero no confronta y enmarca un período histórico sin hacer un juicio de valor subjetivo ¿creéis que finalmente tenemos una perspectiva histórica suficiente para una revisión objetiva del tema? ¿Cuál consideráis que es el rol de los historiadores, los académicos, los colectivos profesionales y las organizaciones de la cultura en este debate?
OP: Precisamente el título es de una neutralidad inquietante y provocadora. Hay una cierta idea de que el diseño se constituyó como realidad paralela y evoluciono “al margen” del franquismo. Resulta inverosímil. En primer lugar, porque el franquismo no fue solo una estructura de poder sino también un fenómeno social y cultural que lo condicionaba todo, un período histórico, en definitiva. También porque el relato de la historia del diseño empezó a tomar un cierto cuerpo en el tardofranquismo y en la transición. Ello determinaba algunos olvidos de episodios en los que se dieron ciertas connivencias o ambigüedades. Por mucho que fueran fruto de la oportunidad o de las circunstancias el relato histórico no tiene por qué obviarlas o camuflarlas; ni debe. Para responder más concretamente a tu pregunta, siempre he pensado que el rol de los historiadores es desmontar mitos y hacer más entendible la complejidad de los hechos. Pero también comprendo que los colectivos profesionales no tienen por qué ser tan agnósticos, por decirlo así.
¿Cuáles son los principales aportes al presente del diseño que nacieron durante el período que abarca el libro?
IC: A nivel institucional nos quedan algunos aportes. El interés por la enseñanza del diseño empezó en los años 60 a caballo del incipiente desarrollo de la profesión: Las escuelas de Artes y Oficios actualizaron sus enseñanzas y en Catalunya surgieron algunos centros de nueva planta que hoy forman parte de la universidad. En Barcelona, al amparo del FAD, se instituyeron asociaciones profesionales que siguen otorgando prestigiosos premios de diseño. Pero como balance de 40 años y si pensamos en toda España es bastante poco.
OP: Por otra parte, algunos de los mejores diseños, las piezas con las que identificamos la modernidad local, los auténticos íconos del diseño, sea gráfico o industrial, corresponden a los 50, 60 y 70. Hablo de lámparas, de ceniceros, de chimeneas de hierro, de sillas, de carteles, de portadas de libros, de revistas, de objetos de ensueño e incluso de motocicletas.
Un aspecto interesante es que la obra incluye referencias al humor y la erótica, temas que contrastan claramente con la percepción que tenemos sobre esa época ¿se trató de algo aislado o había un movimiento subyacente en contraposición al discurso oficial?
OP: Creo que era Manolo Vázquez Montalbán que hablaba de un país con olor a calcetines usados. Era así, “cutre”, cuando no siniestro. Pero, no nos engañemos, incluso en los “años de penitencia”, según expresión de Barral, había humor y escapismo. Humor había incluso en la postguerra, aunque fuera negro. En nuestro libro, la “erótica del diseño” hace referencia a otro título de libro que Oriol Bohigas publicó en el 72; aunque la referencia no sea tanto por los contenidos como por el mismo autor. En los 60 y 70 algunos círculos culturales ostentaron un liderazgo en el combate contra “las penitencias” del nacionalcatolicismo. El diseño tenía mucho que ver con aquellos nuevos estilos de vida que se abrían paso. El mismo Montalbán, con su fina ironía, escribió crónicas divertidísimas sobre aquel momento en el que el ocio y las industrias culturales tomaron protagonismo.
Finalmente, ¿cuál imagináis que será el impacto de este libro, tanto en quienes han sido contemporáneos de los acontecimientos descriptos, como en las nuevas generaciones?
OP: Para los que vivieron una parte de los acontecimientos el libro es una invitación a reflexionar e ir más allá de la propia experiencia. Pueden, así, confrontar la memoria personal con la historia, que se sitúa en el plano más abstracto de los fenómenos colectivos. Para las nuevas generaciones contrastar con el pasado es un acicate a la superación. Cada nueva generación cree estar empezando de nuevo. En parte, así es. Pero una mirada crítica al pasado, un pensar históricamente, facilita reconocer las oportunidades o los lastres que éste nos ha dejado.
IC: No hay que huir de los temas espinosos —y el franquismo lo es— como están haciendo los historiadores del diseño en Italia y Alemania. Nuestro deseo era, en último término, conectarnos a una corriente internacional de estudios sobre diseño y fascismo muy reciente en Europa y relativamente poco conocida en nuestro país.
Isabel Campi se graduó en diseño y posteriormente se licenció en historia del arte y se doctoró en la UB. Ha dedicado prácticamente toda su vida profesional a la enseñanza y ha publicado conocidos libros de soporte a la docencia como ¿Qué es el diseño?, La idea y la materia y La historia y las teorías historiográficas del diseño. Ha comisariado diversas exposiciones de diseño de producto y ha participado en múltiples revistas y congresos. Es fundadora y presidenta de la Fundación Historia del Diseño la cual investiga, difunde y promueve la historia del diseño.
Oriol Pibernat es historiador y diseñador. Graduado en historia y máster en historiografía, previamente realizó estudios de diseño. Ha compaginado su labor docente con la gestión cultural. Fue director de Eina entre 1999 y 2016. Sus trabajos de investigación recientes se centran en la historia del diseño español durante el franquismo y la transición. Ha publicado libros y artículos, tanto académicos como de divulgación, y ha sido comisario de exposiciones. Actualmente trabaja en la nueva presentación de la colección de diseño de producto del Museo del Diseño de Barcelona
Diseño y Franquismo. Dificultades y paradojas de la modernización en España. Experimenta Libros. Edición 2020. 300 páginas, color con imágenes. Disponible en nuestra tienda online.
Autores: Oriol Pibernat, Teresa Bastardes, Isabel Campi, Isabel Del Río, Guillem Celada, Guim Espelt Estopà, María José Balcells Alegre, M. Àngels Fortea, Héctor García-Diego, Silvia García González, Jordi Gràcia i García, Àlex Mitrani, Maria Pauner de Moragas, Raquel Pelta, Silvia Puig, Óscar Salinas Flores, Silvia Segarra, Sílvia Rosés y María Villanueva.