Emojis, el lenguaje cotidiano
Shigetaka Kurita es el creador de la primera serie de emojis. Ideados en 1999 para una compañía de telecomunicaciones japonesa, estos pictogramas plantaron la semilla de una nueva herramienta de comunicación visual que, casi 30 años después, sería utilizada por personas de todas las edades, en todas partes del mundo. En esta entrevista, Shigetaka Kurita habla sobre la evolución de los emojis y qué lugar ocupan en el lenguaje cotidiano.
Finalizaba la década de los noventa y el concepto de los smartphones comenzaba a desarrollarse. Sin embargo, en Japón, la compañía de telecomunicaciones NTT DoCoMo ya trabajaba sobre un nuevo código destinado a facilitar la comunicación en su recién nacido sistema de internet móvil, una tecnología que permitía intercambiar correos electrónicos de no más de 250 caracteres.
Fue así como, en una cuadrícula de 12 x 12 píxeles, el diseñador Shigetaka Kurita creó una serie de 176 pictogramas que permitirían agregar expresiones a ese acotado espacio de mensajería. Bautizados emojis, por su significado equivalente a “e”, imagen; “mo», escritura; y “ji”, carácter, fueron necesarios alrededor de 10 años para que esa invención transcendiera las fronteras del país oriental y se expandiera por el mundo.
La creciente penetración de los teléfonos inteligentes, sumada a la iniciativa de iPhone y Android de tomar los emojis originales y convertirlos en una serie de 722 pictogramas incluidos en sus sistemas operativos, hicieron que, la aparente novedad, fuera adoptada rápidamente por los usuario.
Hoy, pese a no poseer los derechos sobre su creación, Shigetaka Kurita cuenta con el reconocimiento público de haber sido el autor de esta popular herramientas de comunicación visual. La confirmación de su lugar en la historia del diseño terminó por validarse cuando, en 2016, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) adquirió la grilla original de emojis para incorporar a su colección.
En esta entrevista, el diseñador japonés comparte su opinión acerca del éxito de los emojis y su visión sobre la evolución de sus diseños.
En muchas ocasiones los emojis son considerados como un nuevo lenguaje, ¿cuál es su opinión al respecto?
Depende de la definición de lenguaje que tengamos en mente. Con los emojis no se puede hablar ni se pueden leer en forma tradicional. Sin embargo, sí es posible expresarse o hacerse entender a través de ellos, incluso mediante el uso de un solo emoji. En ese sentido, creo que podría ser considerado un lenguaje.
¿Por qué crees que los emojis han tenido tanto éxito?
A través de los smartphones, las personas se comunican principalmente con textos breves. El uso de los emojis puede hacer que esa comunicación sea mucho más fluida. Además, permite al emisor sumar emociones y matices al texto, así como imprimir su personalidad.
¿Cree que los emojis pueden reducir el uso del lenguaje tradicional?
No creo que eso suceda. Los emojis están especializados y optimizados para ser utilizados solo en comunicación de texto, en dispositivos móviles. Seguramente cuando apareció el teléfono móvil surgieron preocupaciones similares, pero nada de eso sucedió.
¿Existen posibilidad de que los emojis traspasen el mundo digital para utilizarse en periódicos u otros medios?
Uno de los principales atributos de los emojis es que son muy útiles para complementar pequeñas cantidades de información de texto. Teniendo en cuenta eso, seguramente se puedan implementar en formatos con esa característica, como por ejemplo: subtítulos, telegramas, etcétera.
Desde su diseño en 1999, ¿cómo han evolucionado los emojis? ¿Cómo se imagina su uso en el futuro?
Creo que la idea original de los emojis se ha ido desvirtuando. Su relevancia radicaba en la naturaleza abstracta de su diseño. Sin embargo, hoy se han convertido en «dibujos» casi reales. Su apariencia inicial, asociada a pictogramas como los que se utilizan para señalar ciertos servicios, como el lavabo, se ha transformado. A su vez, la existencia de distintos diseños de acuerdo al fabricante o el dispositivo no crea buenos términos para el “lenguaje”. Es una cuestión que debería ser unificada. Sobre el futuro, puede ser que surjan nuevos dispositivos de comunicación y terminen por cambiar de forma. Supongo que podría surgir una solución diferente, distinta a los emojis.
¿Qué significa para usted haber diseñado algo que es utilizado por millones de personas en todo del mundo?
Creo que su principal valor es el de ser una prueba de que, a lo largo de mi vida, tuve la oportunidad de contribuir al mundo con un desarrollo propio.
NOTA: Entrevista a Shigetaka Kurita, el padre de emojis. La evolución del lenguaje, es un artículo escrito por Soledad Gherardi publicado en el número 78 de Experimenta. Puedes conseguir este número y muchos más en nuestra tienda online.